Mujeres del Valle Central de California vencen retos importantes
Esmeralda Soria, concejal de Fresno, aspira al Congreso de EEUU; mientras que Gauri Sánchez quiere la sanación de su comunidad en el Valle de San Joaquín
Esmeralda Soria es una mujer guerrera. Hija de padres inmigrantes originarios de Michoacán (México), nació en Visalia, condado de Tulare, y desde los surcos del campo se encumbró para graduarse en la escuela de leyes Martin Luther King de UC Davis.
Elegida en 2014 y reelegida en 2018 como concejal de Fresno, busca cambiar el destino de muchas mujeres que pareciera que están condenadas a vivir en la pobreza y sin acceso a la educación en el Valle Central de California, pero desde el Congreso.
Su aspiración es desbancar en noviembre 2020 al demócrata conservador Jim Costa en el Distrito 16, que incluye Fresno, Madera y Merced, y desde esa trinchera cambiar el panorama.
“La historia de mi familia es de empuje y de lucha; yo quiero representar a mi gente en el Congreso porque las mujeres y las familias que viven en el Valle Central están batallando mucho por mejores servicios y salarios”, dijo.
Soria, de 37 años de edad, quiere cambiar la historia de olvido y marginación de su Distrito, como una mujer de una familia ya empoderada.
Su hermana mayor, Laura, es también concejal de la ciudad de Lindsay, en el condado de Tulare; su hermana Perla es fideicomisaria del Distrito Escolar Unificado de Lindsay, e Ivette, la menor de las tres, es parte de la mesa directiva del hospital local. Su único hermano, José Soria, Jr. es graduado de Berkeley.
El condado de Tulare tiene una producción agrícola de 7,000 millones de dólares, pero el 27% de su población vive en la pobreza, Es uno de los índices más altos de California, al que se agregan empleos de bajos salarios, falta de vivienda asequible y mala calidad del agua, entre otros problemas.
“Hemos contribuido muchísimo a la riqueza no solo del Valle sino a la agricultura de todo el país”, declaró. “Y esta riqueza se ha logrado sobre las espaldas de nuestros campesinos”.
Avanzan las mujeres, pero…
Aunque las mujeres en California, como Esmeralda, han logrado avances considerables en los últimos años, aún enfrentan desigualdades que a menudo les impiden alcanzar su máximo potencial, sobre todo en el aspecto económico y educativo.
El más reciente estudio publicado en 2018 por el Instituto de Investigación de Políticas de la Mujer (IWPR) indica que la brecha salarial de género en California se ha reducido, gracias a que un mayor porcentaje de mujeres tienen títulos de licenciatura. No obstante, una mayor proporción de mujeres vive en la pobreza.
De acuerdo con el IWPR, en 2016, las mujeres blancas de California ganaban un promedio anual de $55,266 y los hombres $71,875; las mujeres afroamericanas, $44,438 y los hombres de esta raza, $48,469 y las mujeres asiáticas $52,262 y los hombres $62,372.
Al final de la lista de ingresos están las mujeres latinas, con $30,624 anuales y los hombres $33,841; es decir, tanto unas y otros devengan casi casi la mitad de lo que ganan las mujeres y hombres blancos.
Si las tendencias actuales continúan, la diferencia entre las mujeres de hombres en California no verá pagos iguales entre ambos sino hasta el 2043. El promedio de menos ingresos para las mujeres se aproxima a los $5,000 anuales. Esa diferencia de dinero sería suficiente para que las mujeres pagaran cuatro años de matrícula en un colegio comunitario.
Tasas de pobreza por regiones
Y, aunque California todavía se ubica en el mejor tercio de la nación para empleo y ganancias de las mujeres y en el tercio medio para pobreza y oportunidad; las tasas de pobreza y el efecto de las redes de seguridad varían por cada región.
Los condados de Los Ángeles (23.0%), Santa Bárbara (22.0%) y Santa Cruz (21.7%) tuvieron las tasas de pobreza más altas en California —según el promedio 2015-2017— contemplado por el Instituto de Políticas Públicas de California (PPIC)). El condado de El Dorado tuvo la tasa más baja, con 10.7%.
Las tasas varían aún más (de 5.1% a 44.5%) entre las áreas locales y las regiones representadas en la asamblea estatal, el senado estatal y los distritos del Congreso.
De hecho, el reporte de Sarah Bohn —directora de investigación— Caroline Danielson, directora de política y Thess Thorman, investigadora asociada del PPIC, dieron a conocer que los programas de redes de seguridad reducen la pobreza mucho más en las zonas del interior del estado.
Sin dichos recursos en los presupuestos familiares, el 13.1% más de personas —incluyendo a las mujeres— en los condados del Valle Central y Sierra serían pobres, en comparación con el 3.7% más en el área de la Bahía.
En la zona del Valle Central y Sierra, los condados donde abunda la pobreza son: Alpine, Amador, Calaveras, Fresno, Inyo, Kern, Kings, Madera, Mariposa, Merced, Mono, San Joaquín, Stanislaus, Tulare y Tuolumne.
Aun así, California todavía se ubica en el mejor tercio de la nación para empleo y ganancias de las mujeres y en el tercio medio para pobreza y oportunidad.
Con visión para auxiliar a otras mujeres
Gauri Sánchez y su familia viajaron más de 3,000 millas desde Guatemala hasta Stockton, California, en busca de libertad, seguridad y oportunidades.
Allí encontró solo condiciones similares de pobreza que en su tierra natal.
Llegó a una comunidad llena de promesas, pero plagada de traumas institucionales sociales e históricos sin resolver.
“Desde 2016 trabajo con muchos casos de violencia doméstica”, dijo Gauri. “Cada año atiendo a unas 50 mujeres y hombres que requieren servicios de salud mental”.
Gauri tiene una maestría en consejería con énfasis en Terapia de Matrimonio y Familia de CSU Sacramento y se siente empoderada para ayudar a su comunidad, a través de la organización Padres y Familias de San Joaquín.
“En esta región es muy alto el crimen relacionado a pandillas. Me ha tocado asistir a unas 25 madres de familia a quienes les han matado a sus hijos”, reveló.
“Los casos más difíciles que he tratado son los de homicidios, y aquí les enseñamos a vivir con el dolor, porque no hay nada que se pueda hacer para regresarle un hijo a una madre, y más cuando son víctimas inocentes porque se encontraban en el lugar equivocado, a la hora equivocada”.
De igual manera que la concejal de Fresno, Esmeralda Soria, Gauri declaró que las mujeres quieren y están cambiando la historia en el Valle Central de California.
“Mi pasión es aplicar mis experiencias de educación y cultura para desbloquear el potencial de la comunidad para crear un movimiento de curación”, dijo. “Con arduo trabajo podemos empoderar no solo a las mujeres, sino también a los jóvenes y a todas las familias”.