Así sería ciberataque iraní a EEUU que podría alterar los resultados de las elecciones 2020
Expertos dudan que haya terminado la "respuesta" de Irán a la muerte del general Soleimani
A pesar de que Irán dijo la semana pasada que el ataque con misiles a bases militares estadounidenses en Irak era el fin de su respuesta “proporcional” al asesinato del general Qasen Soleimani, las fuerzas militares estadounidenses dudan de estas declaraciones. Algunos expertos ven probable que en un futuro se sucedan ataques cibernéticos contra el gobierno de Estados Unidos, contra empresas y contra personas de alto perfil que podrían incluso alterar el rumbo de las elecciones de 2020.
“No creo que Irán haya terminado”, dice Jon Bateman, que fue el experto en Irán de la agencia de inteligencia del departamento de Defensa de EEUU y ahora es miembro de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional. Según él, la puerta está abierta a “acciones de seguimiento más encubiertas o que se pueden negar con mayor facilidad. El ciberataque es tradicionalmente una de estas herramientas”.
Aunque Irán no es una gran amenaza cibernética como podría ser Rusia o China, sí es capaz de provocar importantes alteraciones. Sus ciberataques previos se han caracterizado por ser impredecibles pero no se sabe cuánto han podido mejorar sus capacidades en los últimos años.
Hace una década Irán resistió a un sofisticado ataque cibernético que puso a prueba su programa de armas nucleares. La versión más extendida es que EEUU e Israel lanzaron un malware inteligente llamado Stuxnet que, a pesar de su pequeño tamaño, pudo penetrar con fuerza en el acorazado programa nuclear de Teherán. Tras esa experiencia, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) elogió la habilidad de Irán para aprender de “las capacidades y acciones de otros”.
Las amenazas cibernéticas que más preocupan son las que pueden provocar pérdida de vidas. Irán podría usar a sus hackers para apoyar alguna acción militar como un bombardeo, un asesinato o un secuestro. Teherán también podría recurrir al espionaje cibernético o a la colección de técnicas que le permitan seguir los movimientos de las tropas, barcos o aviones en Oriente Medio.
Irán también podría crear campañas de desinformación que generen violencia. No hace tanto que grupos simpatizantes con Irán usaron las redes sociales para compartir datos falsos sobre el ejército estadounidense, según recordó Bateman. De es forma, si quiere, el país podría influir en las elecciones de 2020 aunque no con el alcance que tuvo Rusia en 2016.
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