Liberan a Maddie, la niña inmigrante que ha pasado 210 días en una cárcel de ICE
El gobierno de Trump establece un vergonzoso récord de encarcelamiento infantil
El vergonzoso récord de mayor tiempo de encarcalemiento infantil ha sido impuesto por el gobierno del presidente Donald Trump al mantener encerrada a una niña durante 210 días en uno de los centros de detención de la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
La niña es conocida sólo con el nombre de “Maddie”, es originaria de Guatemala y tiene 7 años de edad, los cuales cumplió el pasado 17 de enero en compañía de su papá, con quien fue recluida en la cárcel para inmigrantes del condado Berks, en el estado de Pensilvania.
La noche del miércoles el juez federal Joshua Wolson permitió que Maddie sea liberada para dar fin al prolongado encierro con el que se impuso la infame e histórica marca de los 210 días.
Maddie y su papá fueron encerrados en el verano de 2019 en la misma cárcel para inmigrantes de Pensilvania, a donde fueron trasladados tras ser detenidos en la frontera de Tecate, en California, a donde llegaron como para pedir asilo.
Aunque la liberación que concedió el juez habría sido el único regalo de cumpleaños de la niña, no es lo que ella esperaba, ya que Maddie tendrá que salir sola, porque su padre continuará preso.
No estaba claro en qué momento Maddie saldría de la cárcel, sólo se reportó que sería entregada a su mamá que vive en Nueva Jersey.
El encierro de Maddie y el de muchos otros niños detenidos por las autoridades de inmigración violan el fallo judicial de 1997 conocido como Flores Settlement, el cual establece que un menor no puede ser detenido por más de 20 días.
En junio de 2018 el presidente Trump promovió la anulación de ese dictamen y emitió un decreto para encerrar por tiempo indefinido a los niños y sus padres que llegaran a la frontera con México en busca de asilo.
A pesar de que la orden del presidente fue bloqueada por un tribunal federal en septiembre de 2019, miles de niños permanecen en detención prolongada dentro de las llamadas “jaulas” de ICE.