Es la hora de que los latinos sean decisivos en las elecciones de EEUU

Son las cifras y la demografía de la comunidad las que ya consolidan su posición determinante en cientos de ciudades y en decenas de estados.

La SB 286 promueve más participación electoral. (Archivo)

La SB 286 promueve más participación electoral. (Archivo) Crédito: La Opinión | Impremedia

Estados Unidos afronta en todos sus rincones un apasionante ciclo electoral que, a lo largo de 2020, configurará un nuevo mapa político en las ciudades, los estados y el país en su conjunto.

Junto a esa realidad política se impone una realidad demográfica que confirma a la población hispana como decisiva en mucha de esas elecciones en base a su crecimiento en los últimos años, siempre en la medida en que se movilice y opte, ahora sí, por participar en las votaciones.

Porque si en Estados Unidos llaman la atención los bajos índices de participación electoral (apenas un 57% de los electores participaron en una de las campañas más mediáticas en décadas como fue la de Obama en 2008), hay dos escenarios donde el dato es aún más alarmante: las elecciones municipales – donde difícilmente la participación supera el 25% en las grandes ciudades – y el voto hispano, cuyas comunidades siempre muestran cifras inferiores al número promedio.

Es generalizada la percepción de que el votante hispano está hoy desconectado de la política en Estados Unidos.

Estamos ante un círculo vicioso. Los candidatos son conscientes de la “desactivación” y esto provoca que en sus campañas no se dirijan a los hispanos, no los impliquen emocionalmente en sus proyectos y, por tanto, refuerza el convencimiento de estas comunidades de que su participación no es ni necesaria ni deseada por el sistema político.

Ha llegado la hora de romper esta dinámica.

La población hispana no debe dejar en manos de los candidatos la decisión acerca de si pueden o no ser decisivos en las votaciones a lo largo y ancho del país.

Son las cifras y la demografía las que ya consolidan su posición determinante en cientos de ciudades y en decenas de estados.

Se abre una etapa en la que la movilización de la comunidad hispana marcará triunfos y derrotas electorales.

Es esa tendencia demográfica la que termina obligando por igual a la comunidad hispana a participar de las decisiones políticas que afectan a la seguridad de sus ciudades, a la educación de sus hijos o a sus posibilidades laborales, y a su vez, la que obliga a los candidatos a tener en cuenta a los hispanos en sus campañas, a comunicar para implicarles en sus proyectos y a asumir, que la mejor reacción ante una realidad cambiante, es una reacción rápida y adaptativa.

José V. Fernández – CEO Nos Voting

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