Más allá del Megxit: los cinco escándalos que sacudieron a la familia real
La controversia comenzó mucho antes del romance entre Meghan y Harry
El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle anunciaron en enero pasado que ya no deseaban ser miembros de alto rango de la familia real británica, así como sus planes para residir en Norteamérica.
La noticia causó tal escándalo y sorpresa, que al hecho en sí diversos medios de comunicación británicos lo han catalogado como Megxit.
Y aunque ha sido una polémica fuerte de enfrentar para la familia real, no es la única que han enfrentado.
Poco importa el trono
El rey Eduardo VIII renunció al trono en 1936, después de 326 días de reinado. Esta decisión la tomó para poder casarse con Wallis Simpson, una plebeya estadounidense dos veces divorciada, rechazada por la Iglesia anglicana, de la que él era el jefe.
Su hermano, el rey Jorge VI tuvo que tomar trono, y entonces la línea de sucesión recayó en la actual reina Isabel II.
Si el rey Eduardo no se hubiera enamorado, la historia del Reino Unido sería otra, una en la que muy posiblemente la reina Isabel no habría gobernado ni enfrentado tantos momentos históricos como monarca.
No siempre triunfa el amor
La hermana menor de la reina Isabel, la princesa Margarita se enamoró de un secretario de la corte y capitán del ejército, llamado Peter Townsend.
Él era 16 años mayor que ella y divorciado. En esos tiempos, a mediados de la década de los 50 tanto la Corona como el gobierno del Reino Unido prohibieron a Margarita casarse con Townsend, a menos de que ella renunciara a sus privilegios reales, así como lo había hecho antes su tío Eduardo.
El sentido del deber ganó y la princesa Margarita renunció a la idea de ese matrimonio. Años después se casó con el fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, una relación que estuvo llena de infidelidades por parte de ambos.
Una mala elección
El príncipe Harry vivió varios escándalos en sus primeros años de juventud. En 2005 fue visto en una fiesta disfrazado como oficial nazi. Una fotografía de él, con el símbolo de la esvástica claramente visible en su brazo, apareció en la portada del The Sun, la noticia ocupó los titulares de la prensa por semanas.
No conforme con esto, unos cuantos años después, en 2012, se filtró a la prensa una fotografía de Harry jugando billar totalmente desnudo, en una habitación de un lujoso hotel en Las Vegas.
A cambio de dinero
Aunque Sarah Ferguson se divorció del príncipe Andrew en 1996, sigue siendo muy cercana a la familia real y a su ex marido.
Ferguson se encontró en una situación muy embarazosa en 2010, cuando el diario News of the World publicó un reportaje en el que uno de sus reporteros se hizo pasar por un hombre de negocios y le solicitó a la duquesa de York acceso al príncipe Andrew, quien en ese momento tenía un puesto especial relacionado con comercio internacional.
Ella le aseguró que podría conseguírselo a cambio de medio millón de libras. El reportero grabó la conversación completa y la dio a conocer, con el consiguiente escándalo.
Posteriormente, la madre de las princesas Eugenie y Beatrice pidió disculpas y aseguró haberlo hecho porque se encontraba en una difícil situación económica, añadiendo, sin embargo, que esto no justificaba sus acciones.
Una relación peligrosa
La amistad que mantuvieron en el pasado el príncipe Andrew y el financiero estadounidense Jeffrey Epstein le costaron unas acusaciones particularmente graves desde que este último, sospechoso de haber explotado sexualmente a menores, se suicidó en prisión.
La estadounidense, Virgina Roberts, ha afirmado en varias ocasiones que fue forzada a tener relaciones sexuales con el príncipe Andrew cuando era menor y se encontraba bajo el yugo de Epstein.
Incluso hay una foto de Roberts con el príncipe Andrew en una reunión, la cual ella ha asegurado que es una prueba más de que fue cercana al círculo de Epstein y el príncipe.
En diciembre de 2019, el hijo de la reina Isabel y hermano del príncipe Carlos dio una entrevista a a la BBC, con tal de mejorar su imagen, desmentir ciertas acusaciones y demostrar su arrepentimiento por su amistad con Epstein; sin embargo, el resultado fue nada favorecedor, y hasta se le acusó de mostrar empatía con las víctimas de Epstein.
Varias de las empresas y universidades con las que colaborara decidieron prescindir de él, y desde entonces, se tuvo que retirar de la vida pública.