Frustrados: Meghan Markle y el príncipe Harry tienen problemas
La reina Isabel II los pone en su puesto... Meghan y Harry no podrán lucrarse de la marca "Sussex royal"
El príncipe Harry y Meghan Markle han confirmado este fin de semana mediante un comunicado muy controvertido publicado en su página web que dejarán de utilizar la marca ‘Sussex royal’ o “cualquier otra variante de la palabra ‘royal'” en el territorio de Reino Unido y en el extranjero a partir de la primavera, dejando así la incógnita acerca de cómo planean llamar a la “entidad sin ánimo de lucro” que desean crear con el objetivo de continuar adelante con su trabajo humanitario.
Los trámites que el matrimonio inició el año pasado para convertir el nombre de su cuenta de Instagram en una marca registrada bajo la que comercializar distintos artículos han sido cancelados, pero una nueva petición presentada por una fundación llamada The Shoebox Project Foundation para registrar ‘Sussex Global Charities’ hizo saltar las alarmas acerca de que esa fuera a ser la famosa organización que tanto les está costando poner en marcha.
Muchos dieron por sentado que la estilista e íntima amiga de Meghan, Jessica Mulroney, había actuado en su nombre a través de su propia organización benéfica The Shoebox Project, pero ella misma se ha encargado de desmentir esa posibilidad a través de Twitter afirmando que la persona o personas que han presentado esa solicitud no guardan ninguna relación con ella.
“Si ciertos periodistas de investigación hicieran su trabajo, quizá se hubieran fijado en que Shoebox Project Foundation pertenece a un tal Señor Roy en Carolina del norte, y no mantiene ninguna vinculación o afiliación con The Shoebox Project“, ha aclarado Jessica, cuyo hijos ejercieron de pajes en la boda de Enrique y Meghan, al mismo tiempo que lanzaba una pulla a los tabloides británicos a los que se ha responsabilizado de la salida de la pareja del núcleo duro de la familia real británica y de su mudanza a Canadá.
Por otra parte, el nieto de Isabel II y la antigua actriz conservarán el título de altezas reales, pero no lo utilizarán en la práctica al haber dejado de ser miembros en activo de la monarquía.