¿Cómo podemos acostumbrar a nuestros hijos a vivir con sus padrastros?

Los niños siempre se van a mantener leales a sus padres, pero la separación o la pérdida de uno de ellos es algo tan traumático que, cuando surge un padrastro, es difícil que ellos lo acepten de buenas a primeras, según muestra el portal Kids health.

Cómo afrontar los cambios

Lo primero que debemos hacer es no imponerles de forma drástica los cambios que se vendrán. Los padrastros deben ganarse la confianza de los niños y hacer que no lo vean como un enemigo.

Hay que asegurarles que ellos nunca sustituirán a sus padres, pero que estarán allí también para protegerlos y cuidarlos. La confianza se gana poco a poco y con acciones. Por eso hay que evitar las imposiciones de forma arbitraria.

Los padrastros deben hablar con los niños para saber cuál es la impresión de ellos. Esto podría ser difícil si los jóvenes lo ven como un intruso. Sin embargo, si escucha con atención y les habla con sinceridad, se ganará el respeto de los jóvenes.

Planificar actividades en familia

Las actividades en familia contribuyen a generar comunicación. Además, el ambiente es propicio para evitar los roces y las peleas y hablar de manera franca en un ambiente agradable. Por otro lado, es importante respetar la figura paterna de los niños.

Esto quiere decir que los padrastros no deben compararse con los padres de los niños. Si haces esto, de seguro crearás un ambiente conflictivo y no obtendrás  su respeto. Asegúrate de hacerles saber que tú respetas a su padre, sin importar qué haya pasado dentro del núcleo familiar.

Al ver esto, los niños valorarán el esfuerzo que haces por ganarse su respeto. Involucrarse en sus actividades y ayudarlos con las tareas escolares,  así como planificar actividades con cada uno de ellos, es fundamental para su salud emocional y su crecimiento integral.