¿Cómo se realiza la cirugía para tratar el cáncer de piel?
La cirugía de Mohs reduce la necesidad de requerir tratamientos adicionales para tratar el cáncer de piel
La cirugía de Mohs, también conocida como cirugía micrográfica de Mohs, es una técnica quirúrgica ambulatoria utilizada para tratar el cáncer de la piel.
Según mayoclinic.org, este método se utiliza para extraer capas delgadas de piel, con el fin de examinarla y extirpar el tumor, hasta que ya no quede rastros de él.
¿Cómo se realiza la cirugía de Mohs?
El cirujano o dermatólogo limpiará la zona a operar y la delineará con un marcador especial, para luego inyectar anestesia local. La anestesia funciona para adormecer la piel y evitar dolor o molestia durante la operación.
Luego que la anestesia surte efecto, el cirujano procede a extirpar parte del tumor y parte de la piel adyacente con un bisturí, para llevarla al laboratorio y procesar un análisis.
La extracción dura unos minutos, pero el estudio del tejido extraído puede tardar un poco más, por lo que el paciente debe quedarse en la sala de espera mientras está listo.
Durante el estudio del tejido, el cirujano corta la muestra en secciones para examinar cada una en un microscopio. A través de ello el cirujano realiza un mapa en el que detectará el lugar exacto de donde se extrajo cada pieza de la piel.
Esto lo ayudará a determinar dónde empieza el cáncer y hacia qué dirección debe seguir la cirugía, en caso de que el tumor no termine ahí. Si es así, el paciente volverá al quirófano para que el cirujano tome otra muestra de tejido y repetir el procedimiento.
El cirujano debe procurar extraer la menor cantidad de tejido sano cada vez que toma una muestra. Y la anestesia se puede suministrar cada vez que sea necesario.
El proceso de recuperación depende de la cantidad de piel extraída, y de si el cirujano, en conjunto con el paciente, decide dejar que la herida cicatrice sola, o usar puntos para cerrarla.
También se puede realizar injerto de piel de otras partes del cuerpo para hacer un revestimiento en la herida. Y si la cirugía es extensa, el paciente puede ser derivado a otro cirujano que repare el tamaño de la herida.
Aunque, en la mayoría de los casos, la cirugía de Mohs asegura la extirpación completa del cáncer, estos pacientes están en alto riesgo de que el cáncer reaparezca, o que sufran otro tipo de cáncer de piel.
Por lo que es importante mantener un seguimiento a través de exámenes y diagnósticos de la piel, al menos una o dos veces por año. Sobre todo si el cáncer que ha sido extirpado era agresivo.