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Pareja en Los Ángeles suspende su boda por coronavirus

Esperan poder realizarla durante el verano cuando la pandemia deje de ser una amenaza

Angie Valencia y James Dumarot deciden posponer su boda por el coronavirus. (Cortesía)

Angie Valencia y James Dumarot deciden posponer su boda por el coronavirus. (Cortesía) Crédito: Cortesía | Cortesía

Angie Valencia y su prometido James Dumarot tenían todo listo para unir sus destinos el 18 de abril, pero la epidemia del coronavirus los llevó a hacer lo que nunca imaginaron, cancelar el evento más importante de sus vidas. Su boda planeada para celebrarse entre viñedos y con más de 100 invitados, tendrá que esperar hasta que todos puedan reunirse sin ningún peligro para la salud.

Primero estaba en negación. Así estuve toda la semana. Pensaba que todo iba a cambiar y ponerse bien, pero poco a poco empecé a aceptar la realidad y dejé de luchar contra ella. Ya cuando el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti dio la orden de permanecer en la casa como medida de prevención, me dolió mucho pero tuvimos que cancelar la boda”, dice Angie.

Además el Centro de Control y Previsión de Enfermedades (CDC) ha recomendado que no haya reuniones de más de diez personas.

A ella y a su prometido, los ayudó a tomar la decisión, el saber que sus padres no podrían estar presentes.

“Mi madre Ana Cruz vive en Toronto, Canadá, y mis suegros en Nueva York”, dice.

 Así que se volvió una misión imposible traerlos a Los Ángeles debido a las restricciones de vuelo impuestas por el gobierno de EEUU, a causa de la enfermedad.

“Mi prometido fue quien me dijo que Canadá había cerrado sus fronteras. Aún así, mi madre me comentó, ‘yo me voy en tren o como sea’, pero llego a la boda”, recuerda Angie.

Angie Valencia y James Dumarot posponen su boda para el verano por el coronavirus. (Cortesía)

Mientras tanto, sus suegros en Nueva York, uno de los estados donde más casos se han registrado de coronavirus, también les dijeron que aún con la prohibición impuesta de viajar, ellos se vendrían manejando desde la costa este a la boda en Los Ángeles.

“Llegamos a la conclusión de que no podemos ser tan egoístas y sacrificarlos a un viaje tan largo”, dice.

Además, ella quiere que sus abuelos estén presentes en su boda, y en las condiciones actuales simplemente no se puede, ya los adultos mayores son uno de los grupos que corren más riesgo. En su casa, Angie tiene bajo su cuidado a sus abuelos, él de 89 años y ella de 90 años.

“Esta semana, fue cuando dijimos, no va a ver boda hasta el verano, probablemente en junio. Vamos a esperar lo que diga el alcalde de Los Ángeles, el 19 de abril, cuando termine la cuarentena”, dice Angie.

“Al final del día, queremos vivir esos momentos con nuestros seres queridos; y si no se puede, mejor esperar. Me rompería el corazón que mi mamá no pudiera estar en mi boda”.

Con todo el dolor de su corazón, a causa del coronavirus, Angie Valencia y James Dumarot pospusieron su boda. (Cortesía).

El casamiento estaba planeado para celebrarse a la cinco de la tarde el 18 de abril en la Winery Agua Dulce, unos famosos viñedos en la ciudad de Santa Clarita, al norte de Los Ángeles

“Tuve que llamar y cancelar al Winery, las flores, la decoración, el catering, el DJ y a las personas que me iban a maquillar y peinar. Todos entendieron la situación, aunque estas cancelaciones de eventos están poniendo en riesgo a los pequeños negocios, muchos de ellos con dueños latinos”, dice Angie.

Su viaje de bodas estaba planeado para pasarla en la isla caribeña de Jamaica. 

El coronavirus está pegando un duro golpe a la industria de los casamientos. En 2019, los estadounidenses gastaron 54 mil millones de dólares en más dos millones de matrimonios.

Angie es una inmigrante de El Salvador quien este año se hizo ciudadana de los EEUU, y  trabaja como vocera del concejal de Los Ángeles, Curren Price. Su prometido James Dumarot, nació en Anaheim en el condado de Orange, es un excheff que ahora trabaja como contador.

Se conocieron hace tres años en un sitio de citas online. James le propuso matrimonio en febrero de 2019. Han invitado a su boda a 140 personas. 

Pero por ahora, el intercambio de anillos matrimoniales de Angie y James tendrá que esperar a que el coronavirus deje de ser una amenaza a la salud pública. Lo bueno es que ya tienen su licencia matrimonial.

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