Rituales caseros para que las personas se acuerden de ti a la distancia
Haz que esa persona especial te extrañe y dé señales de vida
En estos tiempos de cuarentena podríamos cuestionarnos ¿quién nos estará echando de menos? Puede ser que la persona que menos te imaginas es la que se está acordando de ti todos los días. A lo mejor te sientes un poco solo y el encierro ha ocasionado que tu mente vuele por todo lo alto y quieres que alguien en específico (un amor, quizá) dé señales de vida. Con estos sencillos rituales puedes hacerte presente en la mente de quien lo deseas.
Usa el poder del pensamiento
Para esta técnica solo necesitas concentración y persistencia. Lo primero que debes hacer es elegir un momento del día en el que estés tranquilo, relajado y nada te pueda interrumpir, luego piensa en la persona que deseas que se acuerde de ti.
Lo segundo es imaginarte cómo quieres que te recuerde puntualmente, por ejemplo, si extrañas a un amigo trae a tu mente un bello y divertido momento que hayan compartido juntos y aférrate a él; intenta que sea lo más específico. Una vez que lo tengas, piensa en todos los detalles: cuándo sucedió, cómo, dónde y qué hicieron tras esa experiencia; trata de ser lo más detallado posible.
Hazlo 10 minutos durante 3 días, si no da señales de vida, descansa 3 días y lo vuelves a intentar hasta que esa persona se comunique contigo.
Velas, incienso y azúcar
Este es un ritual muy efectivo para que esa persona especial se acuerde de ti de manera romántica. Necesitas una vela roja (que simboliza al amor y la pasión), un incienso de cereza, la foto de tu amor (si no cuentas con una, con el nombre será suficiente) y una foto tuya del mismo tamaño.
Cose las fotos de los extremos con hilo rojo y colócalas en una caja. Agrega azúcar morena en su interior y amárrala con un listón también de color rojo. Prende la vela y el incienso y mientras lo haces, piensa fuertemente en ese amor que deseas se acuerde de ti. Una vez que se consuma toda la vela, deberás enterrar la caja. Si no tienes jardín, resérvala en un lugar al que solo tú tengas acceso y cuando llegue el momento de salir, llévala contigo para enterrarla.
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