Angie Rose: música urbana nacida en El Bronx
La cantante nuyorican estrena su primer sencillo mientras prepara su disco debut
Angie Rose es una chica de armas tomar. Cuando María devastó Puerto Rico, la tierra de sus padres, no se quedó de brazos cruzados. La novel cantante organizó un concierto en El Bronx, donde creció y donde vive, y recaudó dinero que se usó para llevar víveres a la isla.
Otra muestra de su determinación fue cuando, a pesar de los deseos de su papá de que fuera abogada, un día decidió que quería dedicarse a cantar. Dejó la universidad y comenzó a buscarse la vida en la industria de la música.
“Cuando decidí dejar el colegio mi papá se enojó, pero ahora está bien orgulloso de mí”, dijo Rose, quien recientemente estrenó “Infatuation (Remix)”, un tema en español y en inglés que incluirá en el disco con el que prepara su debut como intérprete de música urbana. Se trata de una nueva versión de “Infatuation”, también de su autoría.
Aún no hay fecha para el estreno del álbum; sin embargo, Rose y su equipo de trabajo siguen componiendo y creado música, especialmente ahora que la crisis del coronavirus tiene a todo mundo encerrado en casa. El próximo sencillo que estrenará es “Like Gold”, que sale al mercado el 17 de abril.
Las influencias de la cantante son muchas y muy diversas, desde Marc Anthony y Celia Cruz hasta los raperos más conocidos de la escena. Sin embargo, una de sus más admiradas artistas es Jennifer López, quien también creció en El Bronx y con quien no le molesta que la comparen.
“Ha logrado muchas cosas y ha llegado muy lejos”, dijo. “Para mí es un cumplido cuando me dicen que me parezco y que canto como ella”.
Aunque la carrera de Rose comenzó hace relativamente poco, sus inicios como artista se remontan a su niñez y adolescencia, cuando cantaba en el coro de la iglesia que fundaron sus papás, quienes son pastores. Cuando cumplió 13 años y sus padres perdieron al pianista de la iglesia, ella lo sustituyó. Y lo de rapear lo aprendió de un hermano, a quien ella quería imitar.
Supo que sabía rapear, y que era buena para eso, cuando en la escuela sus compañeros enloquecían con sus interpretaciones; ellos hacían los ritmos golpeando las butacas.
“Me gustaba la música, pero nunca pensé que podía ser una carrera”, dijo en una entrevista que publicó el sitio The Narrative Now. “Soy la menor de diez hijos, hija de dos latinos […] Cuando les dije que quería ser artista no me creyeron”.
Hasta que un día, un amigo que grababa un disco la invitó a hacer los coros. En el estudio, el chico le dijo a los ingenieros que Rose sabía rapear, pero la vieron tan femenina y tan formal que dudaron que fuera verdad.
Pero en cuanto tomó el micrófono, los ingenieros se quedaron tan impresionados que momentos después de que saliera del estudio le mandaron un correo electrónico para proponerle trabajar con ella. Ese fue el inicio de la carrera de Rose.
Las letras de sus canciones hablan de las experiencias, a veces no tan felices, que ha tenido, como las pérdidas, el abuso de sustancias prohibidas y otros problemas por los que pasó.
La decepción que le causó a sus padres por haber dejado la universidad ya está superada. Ahora están felices de ver a su hija con una vida muy diferente a la que tenía.
“Ellos me vieron pasar por muchas cosas”, dijo. “Pienso que me dejaron porque querían que yo estuviera bien; con el tiempo empezaron a ver que las cosas mejoraban en mi vida”.