Inmigrantes en huelga de hambre piden protecciones contra coronavirus
Aseguran sentirse expuestos a la pandemia en el Centro de Adelanto
Al menos diez inmigrantes bajo custodia en el Centro de Detención de Adelanto, se han declarado en huelga de hambre, en protesta contra la falta de protecciones para evitar que adquieran el coronavirus.
“La mayoría de nosotros tiene miedo de ser contagiado y no volver a ver a sus familias. Queremos ser liberados. Los guardias no usan mascarillas ni guantes”, dijo Francisco Zúñiga de 27 años, un inmigrante chileno quien lleva cinco días sin comer.
“El riesgo es mayor para los compañeros que sufren de enfermedades crónicas como diabetes. Y si nos contagiamos, vamos a pasar mucho más tiempo encerrados”, señaló.
Francisco lleva dos meses privado de su libertad, después de ser detenido en la frontera sur, cuando intentó reingresar al país tras salir a México a ver a su familia.
“Aquí hay gente de todas las nacionalidades: latinos, rusos, africanos, hindúes y otros asiáticos que llevan meses y años detenidos, pero que no se atreven a protestar por las amenazas de darnos cargos o mandarnos ‘al hoyo’, como le llaman a la celda de confinamiento”.
Explicó que las condiciones para evitar la propagación del virus son terribles en Adelanto. “No hay distancia social. Todos estamos juntos. No traen gel para desinfectar las manos ni hay mascarillas; la alimentación es mala y hay mucha basura. Ustedes creen que si alguien enferma de coronavirus, le van a traer un ventilador para que pueda respirar”, cuestionó.
Ha sido tal su desesperación que Francisco firmó su salida voluntaria para regresar a Chile, pero ve pasar el tiempo sin que le informen cuando va a salir.
“Aquí estoy esperando mi deportación con miedo a enfermarme de coronavirus”.
Desesperación a la distancia
Desde Chile, Zhenia Ocares habló con La Opinión sobre el caso de su compañero, Marcelo Guzmán de 46 años quien lleva diez días en ayuno.
“Es desesperante. Estoy sola con mi hijo de seis años y mi hija de un año. Marcelo arrancó a Estados Unidos por miedo, luego del estallido social de octubre de 2019 en Chile, en donde murieron muchas personas al salir a protestar durante el toque de queda. Se fue con la ropa que traía puesta y sin plata,”, narró.
Pero al llegar a EEUU, dijo Zhenia que Marcelo se encontró con algo peor al pedir asilo político.
“Durante este tiempo que ha hecho la huelga de hambre, nunca se han acercado a él para saber su estado de salud. No tienen medidas de seguridad para evitar un contagio del coronavirus. Ni siquiera mantienen la higiene y les dan jabón”.
Cuenta que después de la entrevista de miedo creíble, le autorizaron una fianza por 25,000 dólares para dejarlo salir libre. “Es imposible pagarlos. La familia que tenemos en EEUU, le estaba ayudando con el pago para el abogado, pero con la epidemia se quedaron sin empleo, y ya no pueden pagar por los servicios legales”.
Ella no tiene los medios para ayudar a su marido. “Yo tengo hipertensión crónica. Por la cuarentena, no puedo salir de la casa. Estoy sin trabajo. El tiempo que Marcelo lleva detenido, nos ha causado mucho daño económico y psicológico”.
Su hijo de seis años todos los días llora por su padre, y esta madre ya no sabe qué explicación darle. “No cometió ningún crimen. Solamente cruzó la frontera. Por qué dejarlo preso tanto tiempo. Marcelo es un hombre muy empeñoso y optimista, pero últimamente por la videollamada lo he visto muy demacrado y frustrado”.
De los cinco meses que lleva detenido, cuatro lo tuvieron en cuarentena por un brote de varicela en Adelanto.
“Es muy cruel lo que les hacen a los solicitantes de asilo sobre todo ahora que tenemos una crisis sanitaria a nivel mundial y cuando se le debe dar prioridad a que las familias estén reunidas. Luego ni los mandan a sus países ni les dan su libertad”, señaló Zhenia.
Huelguistas de hambre
Quienes participan en la huelga de hambre son además de los chilenos Marcelo Guzmán y Francisco Züñiga; de Nicaragua, Freddy Bojórquez y José Bismarck; de México, Jairo Giovani Parra; de Sri Lanka, Dineshkanth Jeevan Dhara y Vasidharan Chandhirasiri; y de Ucrania, los hermanos Zhyhalin y Rybin Volodymyr.
José Marroquín quien salió de Adelanto, el 2 de abril después de casi dos meses de detención, dijo que si el virus llega al centro de inmigrantes, va a provenir de fuera.
“Va a llevarlo el personal o los detenidos recién llegados. En la mañana agarran a un inmigrante; y para la tarde ya lo ponen en los bloques donde están todos”.
Alexx R. Pons, vocero del Servicio de Migración y Aduanas (ICE), dijo que tienen reportes de que solo hay un detenido en huelga de hambre en Adelanto desde el 11 de abril.
“Se considera que un detenido está en ayuno después de 72 horas sin probar alimento, y se le refiere a las autoridades de salud para su evaluación y tratamiento”, precisó.
Agregó que el ICE no toma represalias contra los huelguistas de hambre.
De momento, aseguró que no se ha reportado ningún caso positivo de coronavirus entre los detenidos o el personal.
Por el bien de todos
Juan José Gutiérrez, coordinador de la Coalición de Derechos Plenos para los Inmigrantes, dijo que por respeto a los derechos humanos de los detenidos en los centros de migración y ante la pandemia, se les debe dar libertad inmediata a quienes no son criminales peligrosos, y cuyo único delito es no tener papeles o pedir asilo.
“Es una obligación sanitaria asegurarse que estos centros para inmigrantes no se conviertan en lugares de contaminación del virus, lo que pondría a toda la población en peligro, como ya se ha visto con los deportados que han mandado a México y Guatemala y están contagiado gente a su regreso”.
Enfatizó que mantener en detención a los inmigrantes, pone en riesgo su salud y la de todo. “Los tienen que soltar y darles acceso médico”.