Conciencia Cívica: ‘Reconstruyendo Bell cuadra por cuadra’

Cuando se descubrió que los concejales y administradores se habían robado millones de dólares de los cofres de la ciudad, pensé que esto podría ser el principio de una nueva etapa para Bell.  Pensé que, aunque estuviéramos más pobres y endeudados, los residentes le darían valor a su voz y a su voto para que este abuso no se repitiera. Ahora en mi noveno año en la vida política como concejal, pienso que este tipo de abusos no cesarán hasta que los residentes levanten conciencia cívica.

El civismo tradicionalmente se manifiesta con ceremonias celebres o cantando el himno nacional.  Todavía está vivo el recuerdo de cuando lo hacía a diario en la primaria en los EEUU, y cuando veía cómo los estudiantes de la escuela que estaba en frente de la casa de mi abuela, en el estado de Durango, México, también rendían honores a la bandera mexicana todos los lunes por la mañana.

El levantar conciencia cívica para mí se refiere a la participación activa en los asuntos cotidianos de una ciudad — ya sea votando en las elecciones, como voluntario en escuelas o iglesias, no permitiendo que otros hagan daño a su propiedad ni a la de otros.  En fin, me refiero a todo lo que haga nuestro vivir el día a día más agradable.

Con el propósito de poner el ejemplo y cultivar esta conciencia cívica, lanzamos la iniciativa “Reconstruyendo Bell Cuadra por Cuadra”, en el cual nos reuníamos cada mes en un parque para desayunar, recoger bolsas y escobas y salir a una calle asignada. Mientras unos barrían y recogían basura, otros limpiaban jardines y todos a la vez difundíamos cuáles son los servicios de la ciudad y cómo acceder a ellos.  Al terminar nos reuníamos para compartir anécdotas y convivir en comunidad.

La juventud siempre ha sido mi enfoque, así que al principio acudí a los alumnos de mi escuela de Bell High para reclutar voluntarios de “Reconstruyendo Bell Cuadra por Cuadra.”  Ahora la iniciativa se ha expandido y vemos a los mismos residentes iniciando sus propios proyectos.

Poco a poco sembramos la idea de que una ciudad no consiste en una conglomeración de edificios y funcionarios en el ayuntamiento, sino que está compuesta de su gente, sus niños, y los servicios sociales, programas educativos, y sobre todo, de nuestro trabajo colectivo.  La labor en Bell no es fácil y está lejos de terminar, pero gracias a la conciencia cívica que está tomando raíz, seguiremos trabajando.

(*) Ana María Quintana es abogada y concejal de la ciudad de Bell desde el 2011.