¿Qué comer si sufres pérdida de apetito por el Coronavirus?

La falta de apetito se suma a los síntomas que se presenta en algunos pacientes que padecen coronavirus, es un efecto del que no se ha hablado mucho y del que vale la pena hablar, con el objetivo de mantener a la sociedad informada y brindar las herramientas necesarias para tomar las debidas medidas de precaución. Recientemente la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN) se ha dado a la tarea de establecer algunas recomendaciones nutricionales para los afectados por el virus que presenten pérdida de apetito; cabe mencionar que el principal objetivo será aportar una mayor cantidad de nutrientes a los pacientes, a través de la dieta correcta se logrará fortalecer al sistema inmunológico y combatir más eficazmente la presencia del virus. 

¿Qué deben comer los pacientes que tengan poco apetito?

Uno de los principales consejos es procurar el consumo de pan, postres lácteos, fruta fresca, purés, sopas y cremas, ya que se destacan por ser  alimentos de fácil consumo, suaves y ayudar a aumentar el aporte calórico. Los expertos enfatizan en la importancia de consumir pan multigrano, integral o que contenga semillas, las variantes artesanales que se elaboran con pasas y frutos secos, son una grandiosa alternativa.

Otra recomendación fundamental es consumir fruta en abundancia, ayudará a aumentar los niveles de hidratación, a la vez su aporte en vitaminas y minerales será clave para estimular las defensas del organismo, una extraordinaria recomendación es consumir la fruta con yogurt griego sin azúcar. También se aconseja el consumo de postres lácteos como las natillas e integrar ingredientes como la nata, el cacao en polvo, los cereales en polvo, avena, granola, frutos secos molidos, miel, chocolate, mantequilla. 

Los especialistas afirman que un buen aliado para ir contrarrestando la falta de apetito es aumentar el número de comidas a lo largo del día, es recomendable realizar entre 6 y 10 tomas de alimento, en pequeñas cantidades. La idea es ir aumentando el aporte calórico gradualmente y sin que el paciente sienta una saciedad excesiva. 

Un aspecto clave es conservar la óptima hidratación por lo que se aconseja tomar agua entre 30 y 60 minutos antes o después de las comidas. Es muy recomendable considerar la ingesta de 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen al día. La organización enfatiza que el objetivo principal no es incrementar la ingesta de alimentos, es aumentar la densidad calórica y proteica de los mismos.