Apoyo a Gavin Newsom, nuestro gobernador

El COVID-19, enfermedad sin vacuna ni cura y altamente contagiosa, se ha ensañado de manera diferente con cada estado. Por la debilidad del gobierno federal, sus gobernadores tienen que combatir al mal con los recursos que puedan conseguir.

Entre todos ellos, California representa un rayo de esperanza. Sí, estos son los momentos más dramáticos en la presente crisis. La curva de la muerte aún está en su apogeo. Nuestro estado contabiliza unos 55,000 casos confirmados y 2,300 muertes. Pero el gobierno encabezado por Gavin Newsom está progresando. Ha tomado las precauciones necesarias. California fue uno de los primeros nueve estados en establecer la orden de “quédate en tu casa”, el 19 de marzo.

Una actitud indiferente, o negar la realidad hubieran llevado a una situación mucho más severa que la actual.
No menos importante ha sido la noción de que Newsom habla y actúa en nombre de toda la población estatal, incluyendo a los inmigrantes, sean de residencia legal o indocumentados. El gobernador anunció una ayuda de $125 millones para los perjudicados por el COVID-19. De ellos, $75 millones de fondos estatales y $50 millones de fuentes filantrópicas comprometidas. Las familias de unos 150,000 indocumentados damnificados recibirán hasta mil dólares, según ese plan.

Esta iniciativa valiente le valió una demanda judicial ante la Suprema Corte estatal por parte de un grupo conservador.

Las acciones del gobernador no han sido ni son fáciles. Y tiene que superar disyuntivas dramáticas. ¿Reactivar la economía o mantener la cuarentena?

Detener las actividades del estado ha salvado vidas. Pero el cese de las mismas significó la caída de ingresos por impuestos. Eso y el costo de la ayuda a los necesitados generaron un gigantesco déficit estatal presupuestario de 54,000 millones de dólares. Es el peor desde la Gran Recesión de 2008. Sin embargo, en aquel entonces el déficit fue de 60,000 millones y aunque llevó años de dificultades, California emergió de la crisis fuerte y pujante.

Para mitigar las consecuencias del déficit, el estado necesitará ayuda masiva del gobierno federal y recortar gastos públicos. Le tocarán al gobernador decisiones difíciles pero también inevitables, en la revisión del presupuesto que toca operar este mismo mes de mayo.

Afortunadamente, y gracias a prudentes medidas adoptadas en el pasado, California puede contar con ahorros de unos 16,000 millones.

La reapertura de la economía guiada por Newsom esta semana es cuidadosa y paulatina. Justo a tiempo para el Día de las Madres abren las florerías. También tiendas de ropa, librerías, deportes. Todo con cuidado. Restaurantes, bares, iglesias, quinceañeras, todavía no.

Cada industria recibe sus instrucciones. Cada condado recibe lineamientos y definición de su autoridad. Todo a su debido momento.

Newsom está llevando a California por la buena senda.