13 cosas que debes evitar para criar hijos fuertes emocionalmente

Brinde a sus hijos la orientación y el apoyo que necesitan para lidiar con el dolor

Brinde a sus hijos la orientación y el apoyo que necesitan para lidiar con el dolor para que puedan ganar confianza en su capacidad para manejar las inevitables dificultades de la vida.

Brinde a sus hijos la orientación y el apoyo que necesitan para lidiar con el dolor para que puedan ganar confianza en su capacidad para manejar las inevitables dificultades de la vida. Crédito: Pixabay

Educar a los hijos es quehacer diario de los padres, hacer lo posible para que aprendan a andar en la vida pero sobre todo que tengan la fuerza mental para afrontar sus dificultades.

Pero hacerlos fuertes no quiere decir que supriman sus emociones, o que no llore cuando esté triste, o que nunca va a fracasar en su vida. En realidad es todo lo contrario.

La fortaleza mental es lo que ayuda a los niños a recuperarse de los contratiempos y les da la fuerza para seguir adelante, incluso cuando están llenos de dudas.

Un músculo mental fuerte es la clave para ayudar a los niños a alcanzar su mayor potencial en la vida.

Pero criar a un niño mentalmente fuerte requiere que los padres eviten las prácticas de crianza comunes, aunque poco saludables, que le quitan la fortaleza mental a los niños. Esto es lo que se menciona en el libro 13 Things Mentally Strong Parents Don’t Do, de Amy Morin, y que ahora se describirán.

1. Condonar una mentalidad de víctima

Ponerse en huelga en el juego de béisbol o reprobar un examen de ciencias no convierte a un niño en una víctima. El rechazo, el fracaso y la injusticia son parte de la vida. Enséñeles que no importa cuán duras o injustas sean sus circunstancias, siempre pueden tomar medidas positivas.

2. Crianza por culpa

Ceder ante sentimientos de culpabilidad le enseña a su hijo que la culpa es intolerable. Y los niños que piensan que la culpa es horrible no podrán decirle que no a alguien que dice: “Sé un amigo y déjame copiar tu papel” o “Si me amaras, harías esto por mí”. Muestre a sus hijos que, aunque a veces se siente culpable, y todos los buenos padres lo hacen, no permitirá que sus emociones incómodas se interpongan en el camino de tomar decisiones acertadas.

3. Haciendo de sus hijos el centro del universo

Si hace que toda su vida gire en torno a sus hijos, crecerán pensando que todos deberían atenderlos. Y es probable que los adultos titulados y absortos en sí mismos lleguen muy lejos en la vida. Enseñe a sus hijos a concentrarse en lo que tienen para ofrecer al mundo, en lugar de lo que pueden obtener de él.

4. Permitiendo que el miedo dicte sus elecciones

Si bien mantener a sus hijos dentro de una burbuja protectora le ahorrará mucha ansiedad, jugar demasiado seguro le enseña a su hijo que el miedo debe evitarse en todo momento.

Muéstrales a tus hijos que la mejor manera de vencer el miedo es enfrentarlos directamente y criarás niños valientes que estén dispuestos a salir de sus zonas de confort.

5. Dándoles a sus hijos poder sobre ellos

Permitir que los niños dicten qué va a comer la familia para cenar o dónde se va de vacaciones la familia les da a los niños más poder del que están listos para el desarrollo. Tratar a los niños como a un igual, o al jefe, en realidad les quita la fuerza mental.

Bríndeles a sus hijos la oportunidad de practicar tomar órdenes, escuchar cosas que no quieren escuchar y hacer cosas que no quieren hacer. Deje que sus hijos tomen decisiones simples mientras mantienen una clara jerarquía familiar.

6. Esperando la perfección

Esperar que sus hijos rindan bien es saludable. Pero esperar que sean perfectos será contraproducente. Enseñe a sus hijos que está bien fracasar y está bien no ser bueno en todo lo que hacen.

Los niños que se esfuerzan por convertirse en la mejor versión de sí mismos, en lugar de ser los mejores en todo lo que hacen, no harán que su autoestima dependa de cómo se comparan con los demás.

7. Dejar que sus hijos eviten la responsabilidad

Dejar que los niños se salten las tareas o evite conseguir un trabajo después de la escuela puede ser tentador. Después de todo, es probable que desee que sus hijos tengan una infancia sin preocupaciones.

Pero, los niños que realizan tareas apropiadas para su edad no están sobrecargados. En cambio, están ganando la fuerza mental que necesitan para convertirse en ciudadanos responsables.

8. Protegiendo a sus hijos del dolor

Los sentimientos heridos, la tristeza y la ansiedad son parte de la vida. Y dejar que los niños experimenten esos sentimientos dolorosos les da la oportunidad de practicar tolerar la incomodidad.

Brinde a sus hijos la orientación y el apoyo que necesitan para lidiar con el dolor para que puedan ganar confianza en su capacidad para manejar las inevitables dificultades de la vida.

9. Sentirse responsable por las emociones de sus hijos

Animar a tus hijos cuando están tristes y calmarlos cuando están molestos significa que asumes la responsabilidad de regular sus emociones. Los niños necesitan adquirir competencia emocional para poder aprender a manejar sus propios sentimientos.

Enseñe de manera proactiva a su hijo formas saludables de lidiar con sus emociones para que no dependan de que otros lo hagan por ellos.

10. Evitar que sus hijos cometan errores

Corregir la tarea de matemáticas de sus hijos, verificar dos veces para asegurarse de que hayan empacado su almuerzo y recordarles constantemente que hagan sus tareas no les hará ningún favor. Las consecuencias naturales pueden ser algunos de los mejores maestros de la vida.

Deje que sus hijos se equivoquen a veces y muéstreles cómo aprender de sus errores para que puedan hacerse más sabios y fortalecerse.

11. Disciplina confusa con castigo

El castigo implica hacer que los niños sufran por sus malas acciones. La disciplina, sin embargo, se trata de enseñarles cómo mejorar en el futuro.

Criar a un niño que teme “meterse en problemas” no es lo mismo que criar a un niño que quiere tomar buenas decisiones. Utilice las consecuencias que ayudan a sus hijos a desarrollar la autodisciplina que necesitan para tomar mejores decisiones.

12. Tomar atajos para evitar molestias

Aunque ceder ante un niño quejumbroso o hacer los quehaceres de sus hijos hará que su vida sea un poco más fácil en este momento, esos atajos inculcan hábitos poco saludables en sus hijos.

El modelo a seguir retrasa la gratificación y muestra a tus hijos que puedes resistir atajos tentadores. Les enseñarás que son lo suficientemente fuertes como para perseverar e incluso cuando quieren rendirse.

13. Perder la vista de sus valores

Muchos padres no están inculcando los valores que aprecian en sus hijos. En cambio, están tan envueltos en el caos cotidiano de la vida que se olvidan de mirar el panorama general.

Asegúrese de que sus prioridades reflejen con precisión las cosas que más valora en la vida y le dará a sus hijos la fuerza para vivir una vida significativa.

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