¿Quiénes son los COVID Busters en Tijuana?
Grupo de amigos sale con rociadores de cloro y agua en mano a desinfectar partes vulnerables en un intento por proteger a la comunidad del coronavirus
Amigos que se conocían desde hace unos 20 años discutían a finales de febrero sobre los riesgos de algunos sitios en Tijuana, México, que estaban casi seguros podrían significar brotes del COVID-19.
Fue así, en una charla, cuando se dio inició a la idea de formar un equipo de voluntarios para desinfectar la ciudad.
Cuando decidieron ir por primera vez a la concurrida calle Segunda, el tío de uno de ellos les dijo: “Oigan, ustedes se parecen a los Ghostbusters”, refiriéndose a la película de comedia ‘Los Cazafantasmas” debido a la vestimemnta y equipo que llevaban.
Salieron a la calle muy dispuestos con rociadores manuales y equipo protector que reunieron como pudieron, entre ellos mascarillas, cobertores faciales, guantes —incluso algunos con botas de hule.
Alguien los filmó y el tío que les llamó ‘Cazafantasmas’ tomo el video y lo musicalizó con la pieza de la película.
Desde entonces los amigos decidieron que se llamarían CovidBusters de Tijuana.
“Para que sientan esto cuando lean, los lectores podrían recordar la tonada de Ghostbusters”, dijo Edgar Estrada, uno de los integrantes.
Entre los integrantes del equipo, entre otros, figura el presidente de un bufete de abogados, un especialista radiólogo, un contador y empresarios.
Luego de sus horas de trabajo, elijen alguna intersección o tramo de la vía pública y van con sus equipos —ahora uniformados y con rociadores más potentes— a desinfectar diversas zonas de Tijuana.
La fórmula perfecta
“Leímos lo que habían hecho en España, en Italia, en China, lo discutimos y decidimos usar una mezcla de 20 por ciento de cloro y 80 por ciento de agua”, explicó Edgar a La Opinión.
Con ese compuesto, se lanzan a desinfectar calles y puentes, también andan por hospitales, cerca de clínicas y por paradas de autobuses.
En su lista de limpieza también figuran las patrullas de policía, algunos taxis y lugares por donde la gente se forma para entrar a bancos e inmediaciones de centros comerciales.
Ahora tienen una pickup roja que lleva un logo con su nombre COVID Busters y ya la gente los conoce.
A la parte trasera el vehículo suben un tanque con capacidad para 750 litros (165 galones) de compuesto y a menudo regresan a rellenar el contenedor y a seguir con la jornada. En ocasiones llegan a usar entre 250 y 300 litros (55 a 65 galones) de cloro, que compran con sus propios recursos.
“Es una iniciativa cien por ciento ciudadana para ayudar a la gente”, indicó Edgar. “A veces, cuando nos quieren apoyar les pedimos que sea en especie; [es decir] que nos den cloro o equipo para protegernos”.
Tijuana en cifras
En menos de dos meses Tijuana registra 248 fallecimientos por COVID-19 según cifras oficiales.
No obstante, un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) e instituciones mexicanas publicado hace unos días indicó que la cantidad de muertes puede ser mucho mayor, solo que las autoridades dejan fuera de conteo a quienes mueren en sus casas —incluso aquellas que perecen en las calles.
Aun con cifras recortadas, Tijuana es el municipio con más muertes en México, y ya se perfila para tener el doble de casos que las reportadas en el condado de San Diego, California, donde la pandemia azotó con semanas de anticipación que en México.
Acogida de la comunidad
En medio de la contingencia, los COVID Busters comienzan a cobrar popularidad entre los residentes de Tijuana.
“La gente que pasa nos aplaude, nos saluda, se quieren tomar selfies con nosotros, de los carros pasan y tocan el claxon, a veces en redes sociales nos mandan bendiciones”, platica Edgar.
“Lo mejor [que sentimos] es cuando alguien nos busca para decirnos que quiere repetir el ejemplo en su colonia, que ya consiguieron un rociador, que tal fecha van a estar el algún lugar”, agrega.
Los COVID Busters cambian a menudo los rumbos de Tijuana por los que desinfectan durante las tardes y —de acuerdo con Edgar Estrada— piensan detenerse solo cuando la amenaza del coronavirus haya pasado o si de alguna forma su tarea significara un riesgo para otros.
Mientras tanto, aunque reconoce que en ocasiones resulta pesado comprar tanto cloro o carecer de día de descanso, a los COVID Busters les resulta satisfactorio continuar “una labor que consideramos que era necesaria y hasta urgente”.
Edgar mencionó que en grupo “pensamos que de esta vamos a salir todos juntos. A nosotros nos toca desinfectar pero a todos nos toca cuidarnos, quedarnos en casa y no salir si no es necesario”, indica.
“Siempre pedimos que la gente haga lo que recomiendan los expertos y los doctores, desde lavarse bien las manos y no tocarse la cara hasta evitar salir o, si lo tienen que hacer, sea lo mejor protegidos posible”.