Inmigrante pide la libertad por su condición de salud
Prediabetes, alta presión y problemas al corazón tienen a un padre de familia latino con el temor constante de contagiarse de COVID-19
Han pasado 10 meses desde que Allan Altamirano fue detenido por agentes de inmigración (ICE).
Actualmente está en el centro de detención de Adelanto, en el condado de San Bernardino.
El inmigrante dijo temer por su vida ya que su condición de prediabetes, sumado a la alta presión y problemas al corazón lo hacen más susceptible al contagio del coronavirus.
El hombre de raíces mexicanas, emigró a Estados Unidos con su familia cuando tenía apenas 3 años de edad y ha vivido en California desde entonces. Es casado, tiene cuatro hijos y es pastor de jóvenes en una iglesia cristiana; antes del arresto vivía con su familia en Eastvale, en Inland Empire.
Hace 10 meses mientras recogía a uno de sus hijos, Altamirano fue detenido por ICE y fue llevado al centro de detención de Adelanto donde ha permanecido hasta ahora.
Las autoridades le dijeron que su detención fue debido a que en 2004 intentó entrar de forma ilegal al país.
Sin embargo, él asegura que es una confusión y añade que cuando era menor de edad sus padres le solicitaron su residencia permanente.
Fue por ello que a sus 19 años viajó a Tijuana, México, pensando erróneamente que ya tenía su documento oficial de residencia pero no fue así. Inmigración lo detuvo y eventualmente su familia se movilizó para ayudarlo.
En aquella ocasión logró reingresar al país con el documento I-94, que mantiene un control de las entradas y salidas a EE.UU. de personas que no son ciudadanas ni residentes permanentes.
Desde entonces ha tenido su tarjeta de Seguro Social y licencia pero no recibió su residencia legal.
Pánico en la cárcel
En entrevista con La Opinión Altamirano dijo que cuando fue encarcelado comenzó a tener dolores extraños en su brazo izquierdo y no entendía qué era. Una vez que lo llevaron al doctor le detectaron un problema en el corazón.
“Yo soy considerado vulnerable debido a mi condición del corazón… Tengo ataques de pánico y de ansiedad también”.
Agregó que le preocupa que dentro de esta cárcel no se utilizan guantes, mascarillas y ha visto a empleados que ni siquiera se encargan de desinfectarse a sí mismos.
“A mí me tienen en cuarentena desde hace 14 días pero en mi grupo hay seis personas y todos usamos el mismo baño y el mismo microondas”, dijo Altamirano.
“Uno de mi grupo apenas llegó de Boston (Massachusetts) y no se si él tiene o ha tenido COVID-19”.
También indicó que en varias ocasiones los detenidos han presentado quejas ante los agentes por la preocupación que les causa el posible contagio en el encierro. Sin embargo, sus peticiones de tener más cuidado no han sido escuchadas.
Afuera del centro de detención también hay un grupo de familiares y activistas que protestan por la libertad de Altamirano.
Su esposa, Jael Serrano, dijo que le preocupa la salud de su esposo. Sobretodo después que hace poco estuvo hospitalizado por una semana y después fue devuelto al centro de detención para mezclarlo con los demás presos.
“Él ha bajado 40 libras y desde que entró ha acumulado un archivo de 198 páginas de sus enfermedades”, explicó. “Él está muy asustado porque dice que si se contamina uno se contaminan varios”.
Altamirano dijo tener conocimiento de un caso de coronavirus positivo en el centro de Adelanto y faltaban nueve casos más por revelar los resultados.
“Él necesita ver un especialista, no estar ahí encerrado… Si quieren dejarlo salir con un brazalete en el tobillo para nosotros está bien solo queremos que este seguro.No quiero que me lo entreguen en una caja de muerto”, dijo su esposa.
Futuro incierto
En respuesta a este caso, al caso de Altamirano, ICE confirmó que el 17 de mayo de 2004 el joven intentó reingresar “afirmando falsamente que tenía estatus legal” en el país.
También confirmó que el 30 de agosto de 2019 fue detenido y que ahora se encuentra bajo custodia pendiente del resultado de su apelación y los posteriores procedimientos de inmigración.
ICE señaló que toman muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de quienes están bajo su cuidado.
“Debido a la naturaleza sin precedentes de COVID-19, ICE continúa revisando casos de personas detenidas que pueden ser vulnerables al virus”, dijo Alexx Pons, portavoz de ICE. “Las decisiones de liberar a las personas bajo custodia ocurren todos los días caso por caso”.
No obstante, la oficina federal no confirmó si dejarán o no en libertad a Altamirano.
En cuanto a los casos de coronavirus, Pons añadió que hasta el momento solo un ciudadano beliceño de 38 años bajo custodia de ICE en Adelanto dio positivo por COVID-19.
“El individuo ha sido puesto en cuarentena y está recibiendo atención. De acuerdo con las pautas de los CDC, aquellos que han estado en contacto con el individuo han sido agrupados y están siendo monitoreados por síntomas”, agregó.