Vendedores piden que Metro les renueve el contrato de arrendamiento en MacArthur Park
Las trabajadoras, en su mayoría inmigrantes, temen que no puedan regresar a su fuente de trabajo.
Olivia Camacho, de 54 años, siente que no ha salido de una preocupación para entrar en otra. La vendedora ambulante lleva sin trabajar más de dos meses después que la ciudad ordenara a los trabajadores no esenciales permanecer en casa tras el brote del coronavirus COVID-19. Ahora desconoce si podrá regresar a vender al mismo lugar.
A mediados de marzo, Camacho y sus 40 compañeros tuvieron que abandonar la estación Westlake/MacArthur Park de la línea roja (B) del Metro, donde tienen su mercado comunitario, ya que se prohibieron las aglomeraciones de personas para evitar el contagio del virus.
Hace unos días cuando el alcalde de Los Ángeles anunció que se reabrirían algunos negocios, los vendedores estaban contentos ya que veían un poco más cerca el día de regresar a trabajar.
Sin embargo, poco después se enteraron que la Autoridad de Transporte Metropolitano del condado de Los Ángeles (Metro), arrendadora del lugar, no renovaría el contrato.
“Esto es muy triste porque de aquí comemos, de aquí pagamos la renta y si dejamos de vender que vamos a hacer”, dijo la vendedora quien es el soporte principal de su familia en Los Ángeles y en México.
Ella dijo que ya de por si esta en una situación muy precaria al no tener ni para pagar su renta.
“Yo vendo ropita y zapatos de segunda. Mi esposo tiene 67 años y a él ya no le dan trabajo en ningún lado”, indicó Camacho. “También tengo mi niño de 11 años. ¿De donde les voy a dar de comer?”
Juan Rodríguez, organizador con la Union Popular de Vendedores, dijo que desde hace tres años han tenido un arrendamiento constante con Metro.
“Antes de que los vendedores llegaran esto era como un centro de distribución de drogas, todo estaba muy sucio y feo”, dijo Rodríguez. “Ellos vinieron a dignificar la estación de Metro”.
Sin embargo, Rodríguez agregó que hace unas dos semanas la oficina del concejal Gil Cedillo, quien representa el área, les dio la noticia de que no habría renovación de contrato, la cual duró tres años.
“Esto es injusto porque ya nos cerraron en medio de la pandemia y ahorita les quieren seguir prohibiendo vender. Estas son 40 familias que están siendo afectadas”, indicó el organizador.
El miércoles por la tarde, los vendedores llevaron a cabo una conferencia de prensa en la estación de Metro MacArthur Park para pedir públicamente el apoyo del concejal Cedillo y la supervisora Hilda Solís, quien es parte de la mesa directiva de Metro, para que intercedan por ellos.
Los organizadores aseguran que la mayoría de los vendedores son personas de la tercera edad, desempleados o madres solteras quienes necesitan estos empleos para mantenerse.
Camacho dijo que ella lleva vendiendo por 20 años en las calles y tres años en el proyecto de MacArthur Park; para ella este es un sustento digno y valido que merece ser reconocido.
Los vendedores que se manifestaron el martes dijeron que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para permanecer en el lugar.
“Si no nos renuevan el contrato estamos dispuestos a quedarnos aquí y hasta hacer una huelga de hambre”, indicó Rodríguez.
En respuesta a las preocupaciones, José Ubaldo, portavoz de Metro, dijo que continúan comprometidos a apoyar la reapertura del mercado comunitario y proporcionará la presencia policial necesaria en la estación Westlake/MacArthur Park.
Sin embargo, requiere que los vendedores que utilicen el área cumplan con las regulaciones del Departamento de Salud del condado de Los Ángeles para reabrir negocios en el lugar.
“Metro está trabajando en conjunto con el distrito uno del ayuntamiento de Los Ángeles, el gerente de ventas y su seguridad privada para proporcionar un lugar seguro para que los vendedores ambulantes operen un negocio en este lugar, en un ambiente seguro durante la pandemia COVID-19”, indicó Ubaldo.
La Opinión pidió comentarios a la supervisora Solís y al concejal Cedillo, pero al final de esta edición no hubo respuesta.