#Ladypizza: Joven estalla porque no la atendieron por no lleva cubrebocas en México
La mujer no siguió la medidas sanitarias por la emergencia del coronavirus por eso no fue atendida
MÉXICO – Una joven mujer tuvo un ataque de furia luego que en un establecimiento de pizzas le negaran el servicio por no llevar el cubrebocas puesto, y agredió al personal del negocio.
“¿Quieres ver cómo ahorita le habló a mi cuate y valiendo v%$ vienen y lo rafaguean?”, fue la amenaza de una mujer hacia personal de seguridad de una pizzería, en el municipio de Naucalpan, en el Estado de México.
Las imágenes fueron captadas en video que han sido compartidas en redes sociales y los internautas la llamaron “Lady Pizza”.
Los hechos se registraron en una sucursal de Little Caesars Pizza, donde la joven exigía que le vendieran la pizza.
Y es que ante las medidas sanitarias por la epidemia del coronavirus, todos los establecimientos exigen que las personas usen cubrebocas, cuestión que a la joven no le pareció y reaccionó de manera violenta.
“¿Vas a tener mi pizza o no? ¡Chinga tu ma%$#!”, gritó la mujer al momento que se dirigía al mostrador y comenzó a hacer algunos destrozos que incluyeron manotazos y patadas, por lo que se quedó sin un zapato.
Al ver la reacción de la mujer, el guardia de seguridad se acercó a la cliente y le pidió que se calmara, pero de nada sirvió, porque hasta lo amenazó de muerte.
“¿Me vendes mi pizza o qué pedo (problema)?”, insistió la mujer sin dejar de hacer ademanes contra los empleados que no respondieron y se mantuvieron en el área de cocina.
Wey… ¿por? neta que por gente así México no avanza ¿qué parte de ESTAMOS EN PANDEMIA no se ha entendido?
— Gloria Alfa y Omega (@GlodeJo07) June 8, 2020
Tan sencillo que es ponerse el cubrebocas gente, tan sencillo #LadyPizza
pic.twitter.com/oSvJTp2kgZ
La mujer siguió insultando al personal con palabras altisonantes.
“¡No, se pasó de ver&%! Estoy formada y no me quiere atender. Y me dijo que no me iba a vender la pizza por esta mamada (muestra el cubrebocas en su mano), me la puse y no me la quiere vender. ¡Eh, a la ve#%&!”, respondió y se volvió a la barra.
Hasta el momento, la clienta, de unos 30 años, no había sido identificada.