Con entusiasmo y precaución, los angelinos inician la nueva normalidad

Las mascarillas, el sano distanciamiento y la continua higiene ‘formarán parte de la vida cotidiana’, dijeron las autoridades.

Salvador Rentería junto a sus nietas en un día de campo previo a la pandemia. (Suministrada)

Salvador Rentería junto a sus nietas en un día de campo previo a la pandemia. (Suministrada) Crédito: Salvador Rentería | Cortesía

Este viernes comienza la fase 3 de reapertura de negocios en el Condado de Los Ángeles, y pese a que el virus COVID-19 continua latente, varios sectores económicos y comunitarios comenzarán una nueva normalidad.

El Departamento de Salud Pública (DPH) de Los Ángeles anunció esta semana que la Orden Oficial de Salud se modificará para incluir un control de infecciones y los requisitos de distanciamiento para dar paso a la apertura de campamentos de día, gimnasios, deportes profesionales sin espectadores, museos, campamentos y producción de entretenimiento.

Esta es una muy buena noticia para personas como  Glenys Bronfield, quien espera poder regresar a la normalidad aunque esto involucré cambios drásticos como usar mascaras, tener desinfectante antibacterial y mantener los seis pies de distancia.

Ella dijo que su gimnasio en Puente Hills ya le envió un correo electrónico anunciando su reapertura el domingo. Ella planea visitarlo el lunes para saber qué tan seguro estará y si podrá ejercitarse.

“No sé como vaya a funcionar, según el email va ha haber más limpieza y las maquinas van a estar separadas”, dijo Bronfield. “De todos modos al gimnasio que yo voy no va mucha gente”.

También hay otras personas entusiasmadas por la reapertura, pero aún cautelosas como María Rentería, quien reside en el condado de Riverside y trabaja en Pomona.

Ella y su esposo Salvador Rentería usualmente disfrutan salir de campamento en su casa móvil  a Mountain Lakes Resort en San Bernardino. Sin embargo, aseguró que todavía no se siente muy cómoda para acampar de inmediato.

“Para julio o agosto nos vamos una semana para el campamento a disfrutar del calor en el río o la alberca, son fechas que empieza el clima más caluroso”, indicó Rentería. “Pero este fin de semana queremos relajarnos en la casa”.

El condado de Los Ángeles aclaró que la reapertura no significa que el virus ha desaparecido. Por esta razón piden a los residentes que continúen practicando el distanciamiento físico, utilicen cubre bocas y sigan las directivas de salud pública.

Aunque las autoridades agregaron que si en algún momento, la tasa de infección aumenta con nuevos casos que amenazan con abrumar al sistema de atención médica, el DPH y la Junta de Supervisores podrían limitar las reaperturas futuras o cerrar sectores que ya habían abierto.

Glenys Bronfield (i) y María Rentería visitaron un restaurante esta semana ante la nueva normalidad. (Suministrada)

Preocupación en áreas densas

El concejal de Los Ángeles Gil Cedillo dijo que a él le preocupa esta reapertura la cual considera que es muy pronto. Indicó que el fin de semana pasado se dio el más alto número de contagios desde que comenzó la pandemia y las distracciones como las protestas en contra de la violencia policial, el asesinato de George Floyd, el calor y el verano, pueden evitar que la gente sea cautelosa.

“Quiero ir a las marchas pero no voy por mi edad y mis alergias, es una deficiencia autoinmune”, dijo Cedillo, quien ha permanecido en cuarentena la mayor parte del tiempo desde que se dio la orden de permanecer en casa.

“Sé que va a haber ansiedad por salir a hacer las cosas de inmediato, pero estoy realmente preocupado por nuestra comunidad que vive en áreas densas”, expresó.

El distrito 1, el cual él representa esta formado por áreas donde vive una gran cantidad de gente en espacios no muy grantes; ese es el caso de la comunidad de MacArthur Park, Pico Union y Highland Park.

“A mi me preocupna fechas como el fin de semana del 4 de julio… porque si vuelve a aumentar el contagio, será imposible que la gente vuelva a entrar [a cuarentena]”, subrayó el concejal.

El área de MacArthur Park es una de las más pobres de LA. (Archivo)

Apertura cautelosa

El DPH confirmó el jueves 46 nuevas muertes y 1,857 casos nuevos del COVID-19. El número alto de contagios reportados es la acumulación de resultados que estaban estancados.

Sin embargo, el riesgo más alto sigue siendo para las personas con condiciones de salud subyacentes y los mayores de edad. De las 46 muertes reportadas el jueves, 32 eran mayores de 65 años y 27 de estas personas tenían condiciones subyacentes.

Barbara Ferrer, directora de salud del condado, dijo que la reapertura de negocios y espacios públicos de manera segura requiere que todos sigan las debidas reglas de salud y otras prácticas de control de infecciones que por un tiempo formarán parte de la vida cotidiana.

“Hemos demostrado que podemos trabajar juntos para frenar la propagación de COVID-19, y debemos continuar haciéndolo a través de nuestro viaje de recuperación para evitar grandes aumentos en casos, hospitalizaciones y muertes”, explicó Ferrer.

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