Aumenta el número de personas que cuidan a sus seres queridos en el hogar
Los latinos representan el 17% de los 48 millones de estadounidenses que cuidan a una persona mayor de 18 años en la familia, según estudio.
Un nuevo estudio reveló que entre el 2015 y el 2020 en Estados Unidos, el número de cuidadores de salud no remunerados dentro de la misma familia aumentó en 9.5 millones.
Se estima que en total hay casi 48 millones de estadounidenses que cuidan de alguien mayor de 18 años y los latinos representan un 17%, reveló el informe llamado Caregiving in the U.S. 2020 (El cuidado de los seres queridos en Estados Unidos en el 2020).
Si se incluye a los cuidadores que se encargan de familiares menores de edad con necesidades especiales este número aumenta a 53 millones de cuidadores no remunerados en el país.
El documento realizado por la National Alliance for Caregiving (NAC) y por la Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP) también reveló que a pesar de que hay personas de todas las edades cuidando a familiares con necesidades especiales, en el 2020 se descubrió que hay más personas jóvenes que se dedican a cuidar a un familiar; un 6% de la generación Z y un 23% de la generación del milenio.
Rita Choula, directora de cuidados con el Instituto de Política Pública de AARP, dijo que muchos lo hacen debido a que piensan en esto como parte de su educación y crecimiento.
“Hacen todo lo que se espera de ellos sin necesariamente cuidarse a sí mismos, o incluso entender lo que se les pide que hagan”, dijo Choula.
El cuidador latino
El informe también reveló que los cuidadores latinos son del grupo más joven, con un promedio de 43.3 años, entre los cuidadores de grupos étnicos. Además, un 49% de cuidadores latinos cuidan a alguien que tiene dos o más enfermedades, un aumento significativo en comparación con un 37% en el 2015.
Otra de las características de los latinos es que usualmente están casados o viven con familiares y niños menores de edad. Adicionalmente tienden a tener menores ingresos y educación en el hogar que otras personas de diferentes grupos minoritarios. Por lo general, los latinos cuidan a algún familiar con más de 66 años de edad y con múltiples condiciones de salud.
La directora Choula enfatizó que entre muchos latinos cuidadores también se encuentra la barrera del idioma, lo cual hace más difícil navegar por el sistema de salud.
Agregó que si se le pidiera a una persona que no domina el inglés el cambio de un aparato médico en el paciente o simplemente comunicar el problema de salud a varios doctores, sería muy complicado poder ayudar al enfermo
Choula dijo que la complejidad del sistema de salud impide que los cuidadores puedan entender cómo funciona el seguro de salud privado o público, el medicare o el Medicaid. Incluso, menciona que a veces hasta les es difícil entender el plan de salud, a quién acudir, con quién hablar y cómo explicar toda la complejidad del problema para que su familiar reciba la mejor atención.
Deben pedir ayuda
El estudio también reveló que a un 23% de los encuestados, se les hace muy difícil atender su propia salud en comparación con el 17% hace cinco años.
En el 2015, el 51% de cuidadores latinos dijeron que su salud es muy buena o excelente. En el 2020 solamente el 35% pudo confirmar dicha respuesta.
Se estima que en promedio, los cuidadores pasan 23.7 horas a la semana en sus labores de cuidado. Una de cada tres personas brinda cuidados por 21 horas o más. Además, una persona de cada cinco, dijo proporcionar cuidados durante más de 41 horas a la semana; un número que es más que un trabajo de tiempo completo no remunerado.
Adicionalmente, la pandemia ha puesto de relieve los obstáculos que enfrentan los cuidadores en la familia, mientras intentan mantenerse saludables ellos mismos y a sus seres queridos, indicó Yvette Peña, vicepresidenta de AARP para Liderazgo Multicultural y Estrategias para Audiencias Latinas/Hispanas.
“Hemos visto lo que luchan en la actualidad los cuidadores hispanos, pues en estos tiempos sin precedentes, viven en hogares multigeneracionales y sobrellevan dificultades económicas y emocionales”, dijo Peña.
No deben temer a pedir ayuda
Choula agregó que cuando lo necesiten, los cuidadores no deben temer a pedir ayuda. Muchas veces, las personas que cuidan familiares hacen trabajo de más; ellos en realidad lo que no quieren es que se les quite la custodia de su ser querido, que otros familiares se los lleven, o que otros piensen que no pueden cumplir con esta tarea, particularmente cuando dicen que lo hacen por amor.
“Nadie quiere parecer incapaz de hacer algo, pero debemos alentar a las familias para que pidan ayuda cuando sea necesario”, dijo Choula. Ellos “cumplen un papel muy importante, no solo como defensores, sino que también tratan realmente de cuidar física y técnicamente a los miembros de su familia, por lo que merecen la ayuda necesaria”.
La directora explicó que también el sistema de atención médico debe entender que no todos los programas de ayuda son iguales.
“Aquí tenemos un programa que llamamos cultura múltiple”, detalló Choula. “Algo que es bueno para un cuidador familiar afroamericano puede no ser adecuado para un cuidador familiar latino. Por lo tanto, como líderes del sistema de salud, como trabajadores sociales y otros proveedores, realmente necesitamos comenzar a hacer el trabajo duro y comprender lo que los nuevos cuidadores familiares necesitan”.
Al final, la directora Choula subrayó la importancia de “desarrollar políticas y programas para apoyar mejor las necesidades individuales” de los nuevos cuidadores de la salud en la familia.
El estudio fue hecho en el 2019 a nivel nacional con más de 1,400 cuidadores de 18 años o mayores.
Para ver el informe completo puede visitar: Estudio de cuidadores de salud