¿Las fajas reductoras realmente reducen la cintura?
No todo lo dicho sobre las fajas reductoras es cierto
En el mercado hay miles de productos relacionados con bajar de peso o moldear nuestro cuerpo. Sin embargo, al haber tantas ofertas y opciones, es común que algunas no sean tan efectivas como prometen ser.
En este sentido, cabe preguntarse si las fajas entran en esta categoría o si, en cambio, son elementos que realmente nos ayudan a adelgazar. Aquí abordaremos este tema.
Fajas reductoras: ¿Útiles o no?
Según un artículo del portal Mejor con Salud, no hay evidencia que afirme que las fajas reductoras sean útiles para adelgazar, y que mucho de lo que se atribuye no es más que mitos cuya realidad no es lo que aparece en la publicidad.
Es cierto que hay personas que perciben mejorías con el uso de fajas reductoras, pero solo es un pequeño grupo de personas cuyo logro se da en circunstancias particulares, por lo que más fajas reductoras no son un producto ideal para adelgazar.
También se ha dicho que las fajas reductoras pueden mejorar la postura del cuerpo, cosa que, si bien es cierta, hay que señalar que las fajas reductoras no son un producto milagroso, sino que deben ser incluidas en un conjunto de hábitos posturales sanos.
Mitos alrededor de las fajas reductoras
Desde que se hicieron comercialmente relevantes, las fajas reductoras han sido objeto de mitos y publicidad inexacta que ha llevado a las personas a tener expectativas inadecuadas en torno sus beneficios.
Es cierto que la faja compensa la temperatura de la zona en que se coloca con la pérdida de líquido, pero no es líquido que está acumulado, sino que proviene del sistema circulatorio. En otros palabras, la faja no resuelve la retención de líquidos.
Por otro lado, el aumento de temperatura no estimula la destrucción de las grasas, como se ha dicho también. La grasa es eliminada cuando se convierte en energía para el cuerpo, que no es el caso con el uso de una faja.
Una alternativa que puede ser más segura y eficaz que las fajas para adelgazar es la dieta y la actividad física regular, pero esto depende también del régimen de alimentación que vayas a establecer. En todo caso, no puedes depositar todas tus esperanzas en las fajas.