Cortocircuito fatal: Cómo el coronavirus arruina el sistema inmunológico
La infección por COVID-19 es más que una enfermedad respiratoria
A más de seis meses de que comenzó la pandemia de COVID-19, los médicos saben un poco más sobre el SARS-CoV-2. Por ejemplo, ahora está claro que, en algunos pacientes, puede ser más que una enfermedad respiratoria y convertirse en una falla multisistémica de consecuencias irremediables.
En ciertos casos, el coronavirus arruina el sistema inmunológico y provoca un cortocircuito fatal que es prácticamente imposible revertir. ¿Y cómo lo hace? Algunas investigaciones en diferentes parte del mundo se han dedicado a estudiar los efectos del virus en el sistema inmune humano. The New York Times recogió algunas de ellas.
El COVID-19 puede actuar como lo hace el VIH, al agotar células inmunológicas esenciales, por lo que aplicar un tratamiento para suprimir el sistema inmune puede funcionar en algunos pacientes graves, pero también puede ser fatal para otros.
El reporte del NYT recoge una investigación realizada por la Universidad de Pensilvania, que está analizando el sistema inmunológico de pacientes con COVID-19. Los expertos han encontrado que la infección inactiva células T y células B, que están encargadas de organizar el combate y atacar virus en diferentes partes del cuerpo.
Otro estudio que se llevó a cabo en el King’s College de Londres encontró que el coronavirus aumenta los niveles de las moléculas llamadas IP10, que son las encargadas de enviar células T a las zonas del cuerpo donde se necesiten. Generalmente, la elevación del IP10 es un episodio breve, mientras las células llegan a su destino; pero en pacientes con COVID-19, el aumento se mantiene. Esta elevación sostenida puede provocar un caos en el organismo al enviar células T innecesarias y confundir al sistema inmune. Muchas células T mueren entonces sin cumplir una función real y esto termina por agotar las reservas del cuerpo.
En otros casos, el sistema inmunológico de algunos pacientes reacciona con mucha fuerza, pero de manera poco efectiva. Esto genera la llamada “tormenta de citoquinas”, células que, entre otras funciones, regulan el mecanismo de inflamación. Cuando se producen en niveles exagerados, las citoquinas puede afectar órganos importantes del cuerpo y causar una falla general letal. Algunos pacientes con cáncer también desarrollan esta respuesta al recibir tratamientos para atacar tumores.
Con base en estos descubrimientos, los especialistas adelantan que probablemente un coctel de medicamentos antivirales, como los que se utilizan contra el VIH, puede ser efectivo para tratar el COVID-19 y detener la infección antes de que agote las células T y cause un cortocircuito general en el sistema inmunológico y en el organismo del paciente.
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