La crisis del COVID suma 16 semanas seguidas con más de un millón de pedidos de seguros de desempleo
Las recientes quiebras de negocios impiden ver una salida cercana al aumento del desempleo
En la semana que acabó el 4 de julio 1.31 millones de personas solicitaron por primera vez el seguro de desempleo regular. Son casi 100,000 menos que la semana pasada y también menos de lo que se temían los analistas. Si se une los que solicitaron el beneficio extraordinario por la pandemia las cifras llegan a 2.4 millones.
Siguen siendo cifras millonarias en un mercado laboral que se mueve al ritmo que marca el avance de un virus que no hace más que recrudecer su prevalencia en el país. Es la 16 semana consecutiva en la que las solicitudes iniciales de desempleo han sido millonarias y más del doble que en el peor momento de la Gran Recesión de 2008 y en total, desde que el coronavirus llegó han sido casi 50 millones de personas las que han solicitado esta protección con éxito.
Algunos trabajadores no han conseguido tramitar su petición a tiempo, debido a los cuellos se botella en la gestión y procesos de solicitudes, y otros, como los inmigrantes indocumentados, no han podido hacerlo. Muchos han vuelto al trabajo al perderlo de forma temporal pero el hecho de que aún haya tantos despidos hace temer que muchas de las pérdidas de empleo ya no son coyunturales por los cierres temporales sino porque el arranque está siendo complicado dada la desconfianza de los consumidores y el avance de la enfermedad en 36 estados.
En los últimos días empresas de sectores tan diversos como United Airlines o Bed Bad & Beyond han anunciados fuertes recortes de sus plantillas. La aerolínea ha advertido que antes de fin de año podría eliminar hasta 36,000 puestos de trabajo. Ahora no puede porque lo tiene prohibido por los términos de la millonaria ayuda federal recibida pero a partir del 1 de octubre puede empezar a mandar cartas de despido.
En el caso de la cadena comercial de artículos del hogar, se van a cerrar 200 tiendas en los próximos dos años y eso acarrea despidos. Otras empresas como Brook Brothers, J Crew, Neiman Marcus o Chuck E. Cheese han solicitado la bancarrota.
Actualmente hay 18.06 millones de personas que siguen pidiendo este beneficio de desempleo de forma continuada según cifras del 27 de junio. Son unos 698,000 menos que hace una semana. Aunque estas cifras no son del todo exactas en el momento de presentación por que hay varios estados grandes que las presentan quincenalmente, la tendencia que se percibe es a la baja.
La buena noticia, desde el punto de vista de los analistas de Oxford Economics es que los datos de junio además de las ofertas de trabajo de mayo confirman una inicial tendencia a la mejora de un mercado laboral que no obstante sigue perjudicado en casi todos los sectores.
Mark Hamrick, economista jefe de Bankrate explicaba que estos son datos de una recuperación y hace mención al hecho de que durante 14 semanas los datos han ido mostrando una relativa mejora “a pesar de la errática naturaleza de las restricciones del COVID-19 y de los brotes de este”.
Desde Oxford Economics, no obstante se recuerda que la mejora se produce en un marco de fuerte deterioro y que el número de personas que recogen los beneficios de desempleo es casi tres veces más que en el peor momento de la última gran crisis. “La recuperación total del mercado laboral va a ser un proceso de muchos años y la vuelta de las infecciones del COVID-19 eleva los riesgos de que pueda haber una pausa en la mejora”, explican desde esta firma.
Hamrick especula que las recientes bancarrotas y recortes de empleos en el sector del comercio eleve mucho estos riesgos.
$600 que vuelan
A finales de este mismo mes se acaba la paga especial de desempleo por motivo de la pandemia aprobada en el CARES Act. Son $600 semanales que han ayudado a muchas familias a no caer por las grietas de una economía rota por el virus e incluso ha dado más de un respiro a quienes con su trabajo no llegan a esos ingresos.
A pesar de las elevadas cifras del desempleo y de que cada vez es más difícil para muchos residentes en ciudades hacer pagos de sus alquileres, la ayuda se acaba y de momento el Senado sigue sin ponerse de acuerdo en qué hacer para seguir apoyando a una economía muy necesitada de estímulos mientras se lucha desigualmente con la pandemia.
La Cámara de Representantes aprobó en mayo el HEROES Act, un nuevo paquete de medidas económicas de apoyo a los desempleados, a los inmigrantes y a los estados y municipios pero que no gana el voto mayoritario de los republicanos en el Senado.
Dejar que los $600 lleguen a término será un desastre para quienes cobran el seguro de desempleo quienes tendrán que recortar drásticamente sus gastos y para la economía que se está manteniendo a flote con este gasto”, dicen los economistas del Economic Policy Institute. Sus cálculos apuntan a el fin de esta ayudas pueda costar más de cinco millones de empleos el año que viene. También abogan por la ayuda a los estados para que se puedan conservar 5.3 millones de empleos en los sectores públicos y privados.