El COVID-19 pone en aprietos a Inland Empire

Se incrementan las hospitalizaciones por la enfermedad en Riverside y San Bernardino y hay escasez para realizar las pruebas, dicen autoridades

Hay camas de atención regular que han pasado a convertirse en atención de cuidado intensivo.

Hay camas de atención regular que han pasado a convertirse en atención de cuidado intensivo.  Crédito: Getty Images

En su lucha por controlar los efectos de la pandemia, las autoridades de salud de los condados de Riverside y San Bernardino, en la región de Inland Empire, enfrentan actualmente dos nuevos retos: el incremento en hospitalizaciones y la escasez de materiales para realizar las pruebas —al grado de que cientos de citas han sido canceladas.

En el condado de Riverside, el aumento en el número de hospitalizaciones obligó a las autoridades a ordenar a los centros médicos convertir las camas regulares en camas de cuidado intensivo.

Esto a raíz de que el viernes, dicho condado se encontraba usando en su totalidad el número de camas establecidas para la unidad de cuidados intensivos. Esa misma noche, al menos 10 de 17 hospitales de cuidados agudos del área estaban por encima de la capacidad.

Aún así, las autoridades recalcaron al público que a ningún paciente se le negará los servicios ya que por ley establecida, los hospitales pueden convertir hasta el 35% de sus camas regulares en camas para cuidados intensivos.

La importancia de los rastreadores

En dicho condado, las autoridades instan a la población y particularmente a los familiares de personas contagiadas con el virus a proveer la información necesaria para poder rastrear y advertir a los posibles contagiados, con el objetivo de frenar de alguna manera la propagación del virus.

“Desafortunadamente, en muchos casos, la persona que es contactada no provee toda la información necesaria”, dijo Kim Saruwatari, directora de Salubridad del condado de Riverside.

“Esta información es crítica para frenar la propagación del coronavirus. Es entendible que los pacientes no quieran compartir asuntos privados, pero es muy importante que nos den estos detalles”.

Los rastreadores de contactos llaman por teléfono a las personas que dan positivo a la prueba de COVID-19 y tratan de determinar el foco de infección, con quién ha estado en contacto el paciente y qué lugares visitó.

Esta información es usada para ayudar a frenar el contagio de coronavirus contactando a aquellos que estuvieron expuestos sin identificar al paciente infectado.

Suruwatari enfatizó que la información recopilada no es compartida con ninguna otra agencia gubernamental o con aquellos que son contactados por los investigadores o rastreadores.

Los funcionarios de salubridad han usado las mismas técnicas por años al investigar otros padecimientos como la tuberculosis y enfermedades de transmisión sexual.

Las autoridades de salud le recuerdan a la población, particularmente al sector de personas entre 18 y 39 años de edad —mismo que conforma el 40% de los casos positivos— a continuar ejerciendo las medidas de precaución para evitar la propagación y contagio.

El doctor Geoffrey Leung, del Departamento de Salud del condado de Riverside, explicó que lavarse las manos de manera constante, ejercer la distancia social y usar mascarillas o coberturas faciales, puede reducir el riesgo de contagio hasta en un 95%.

Algunas pruebas de COVID-19 tuvieron que ser canceladas ya que autoridades dijeron que faltaba material.

En respuesta a la actual situación, los servicios del condado serán ofrecidos nuevamente de manera virtual o por teléfono.

El edificio administrativo, así como oficinas a lo largo y ancho del condado, estará cerrado hoy lunes.

Hasta el 10 de julio, el condado de Riverside había registrado 24,765 casos de COVID-19 y 537 muertes.

Por su parte, en el vecino condado de San Bernardino, donde hasta el viernes se habían registrado 18,275 casos de COVID-19 y 304 muertes, las autoridades luchan por conseguir las herramientas necesarias para ofrecer las pruebas.

El 9 de julio, las autoridades se vieron obligadas a cancelar cientos de pruebas a falta de materiales. Esto ha ocasionado que la capacidad de realizar pruebas disminuya de 4,500 diarias a tan solo 1,800, dijo David Wert, portavoz del condado.

Recalcó que este fenómeno es tambien experimentado a nivel nacional y que los proveedores de estos servicios están trabajando lo más rápido posible para restaurar la capacidad de pruebas.

Dicho condado, donde hasta hace un par de días 172,194 personas habían recibido la prueba, espera que los materiales arriben en los próximos días.

Según el tablero informativo del condado, la meta es proveer al menos 3,288 pruebas diarias.

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