División entre senadores republicanos dificulta propuesta de nuevo paquete de estímulos
La Casa Blanca insiste en incluir un recorte de impuestos, pese a la oposición de la mayoría de legisladores conservadores
Los senadores republicanos tratan este miércoles de terminar una propuesta de ley destinada a hacer frente a las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus. Lo hacen tratando de sortear las divisiones internas y las presiones de la Casa Casa Blanca para que dicha propuesta incluya un recorte de impuesto, algo a lo que muchos de ellos se oponen.
Ya algunos legisladores incluso han especulado con la idea de ampliar solamente la prestación federal por desempleo ya que la actual, que es de $600 dólares semanales, acaba a finales de este mes. Estos republicanos no ven posible llegar a un acuerdo con los demócratas, según publica The Washington Post.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, sí que ha apostado por aprobar un nuevo paquete de estímulos de manera inminente y trabaja a contrarreloj para conseguir un punto de partida para empezar a negociar con el partido azul. Sin embargo, parece que los desacuerdos internos retrasarán su propuesta hasta el jueves.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, evidenciaron la noche de este miércoles que hay razones para el optimismo al anunciar que habían llegado a un acuerdo clave con los senadores. Casa Blanca y Senado convinieron recortar a $16,000 millones de dólares (en lugar de los $25,000 millones iniciales) la partida presupuestaria para pruebas y rastreo. La Administración había apostado en un principio por reducirla a cero.
Otros aspectos no resueltos de la discusión, señala el diario capitalino, es el recorte de impuestos sobre las nóminas en el que insiste Trump e incluso el hecho de que un segundo proyecto de ley sea necesario. “Hay algunos por aquí que piensan que nos beneficiamos de no hacer nada porque la gente no quiere gastar más dinero“, dijo al Post el senador republicano Kevin Cramer, de Dakota del Norte.
Si las conversaciones internas ya están siendo complicadas, Cramer tiene aún más dudas de que se pueda salvar la “brecha” aún más grande con los demócratas, que aprobaron en la Cámara de Representantes un proyecto de ley de tres billones de dólares frente al billón que plantea su bancada.