El alcalde de Portland gaseado por agentes federales
El alcalde Ted Wheeler denunció a los oficiales federales por una "reacción exagerada" a las manifestaciones en su ciudad
El alcalde de Portland, Ted Wheeler, quedó afectado por el impacto de gases lacrimógenos que lanzaron oficiales federales a una multitud de manifestantes, a los que se había unido Wheeler fuera del tribunal federal.
Wheeler, quien se apresuró a ponerse los anteojos mientras denunciaba lo que llamó una táctica de “guerra urbana” de los agentes federales, dijo que estaba indignado por el uso de gases lacrimógenos y que solo enojaba más a los manifestantes.
“No voy a mentir, duele; es difícil respirar “, dijo Wheeler. “Y puedo decirles con un 100 % de honestidad que no vi nada que pudiera provocar esta respuesta”.
Lo llamó una “reacción exagerada atroz” por parte de los oficiales federales, y no una estrategia de desescalada.
“Tiene que parar ahora”, declaró, según informa The New York Times
Pero el alcalde demócrata, de 57 años, no solo se ha convertido en víctima ahora. También ha sido el blanco de los manifestantes de Portland, enfurecidos por el uso de la violencia policial y de estos gases lacrimógenos.
Durante la manifestación del pasado miércoles, algunos le arrojaron objetos y otros pidieron su renuncia, cantando: “Teddy Gas Teddy”.
Al ser impactado por estos gases lacrimógenos, algunos manifestantes se burlaron de él y le preguntaron cómo se sentía. Según el alcalde, unirse a los manifestantes al frente de la protesta era solo una forma de mostrar su desacuerdo con la presencia de los federales ordenada por Trump.
“Muchas de estas personas me odian, lo sé”, dijo Wheeler en una entrevista, mirando a la multitud y asegurando que, apesar de eso, estaban unidos por el deseo de que los oficiales federales se fueran.
Las manifestaciones reivindican multitud de derechos y gritan no solo contra la brutalidad policial sino contra otras injusticias. Se llevan produciendo por 55 noches consecutivas, persistiendo con fuerza aunque en muchas otras partes del país han disminuído.
La ciudad se ha convertido en un objetivo del presidente Trump. Mientras que los oficiales federales fueron desplegados en Portland para supuestamente calmar los disturbios y proteger la propiedad federal, su llegada solo ha agitado más el movimiento, con el número de manifestantes aumentando cada noche.
Si bien la administración Trump calificó a los manifestantes como “anarquistas violentos”, Wheeler decidió ir a la manifestación el miércoles por la noche. La definió como “sesión de escucha”. Incluso después de que la gente lo siguiera y lo maldijera, terminó pasando tres horas allí
En ocasiones fue abucheado, como cuando le dijo a la multitud que no prometía abolir el Departamento de Policía. Otras veces, provocó vítores, como cuando exigió que el gobierno federal “dejara de ocupar nuestra ciudad”.