En un mes tres “coyotes” cruzaron a 1,000 indocumentados y obtuvieron ganancias millonarias

Cuando fueron descubiertos en un remolque en Houston llevaban a 12 inmigrantes

Indocumentados en camión

En el remolque llevaban a indocumentados. Crédito: CBP | Cortesía

TEXAS – Su operación era agresiva: en remolques transportaban y escondían en el área de Houston a decenas de inmigrantes indocumentados. Cada carga significaba mucho dinero para los traficantes.

La operación de tráfico humano utilizaba los remolques como escondites y era administrada por un ciudadano estadounidense y dos mexicanos.

En la operación de contrabando, según las autoridades, participaban René Camacho, estadounidense de 47 años residente de Houston; Albino Vargas-Hernández, de 49 años, e Hiram Lamarca-González, de 22, ambos mexicanos presentes ilegalmente en los Estados Unidos.

Camacho fue sentenciado el jueves 23 de julio en el Distrito Sur de Texas a tres años en una prisión federal, seguido de dos años de libertad supervisada por conspiración para transportar y albergar extranjeros indocumentados.

Vargas-Hernández y Lamarca-González fueron condenados previamente por conspiración para transportar y albergar a extranjeros indocumentados.

Vargas-Hernández fue sentenciado el 30 de abril a 42 meses en una prisión federal, seguido inmediatamente por tres años de libertad supervisada. Lamarca-González fue sentenciado el 19 de marzo a 3 años en una prisión federal, seguido inmediatamente por dos años de libertad supervisada.

Camacho y Vargas-Hernández se declararon culpables de los cargos el 12 de diciembre de 2019. Lamarca-González se declaró culpable el 4 de diciembre de 2019.

La investigación reveló la manera como entre julio y agosto de 2018 varios sospechosos de ser inmigrantes indocumentados habían ingresado y abandonado de los remolques en Houston, los cuales estaban cerrados y tenían tablas para bloquear las ventanas.

En varias ocasiones, Vargas-Hernández salió de su residencia, recogió a los inmigrantes y se los entregó a otros.

La lucrativa operación de los “coyotes” llegó a su fin cuando las autoridades encontraron a Vargas-Hernández y Camacho dentro de uno de los remolques junto con 12 inmigrantes.

Ellos eran los encargados de manejar el recaudo pagado por los inmigrantes. Ese día los oficiales les encontraron $224,000 dólares en efectivo.

Según documentos de la corte, los “coyotes” obtuvieron más de $1.4 millones de dólares en ganancias.

Los ciudadanos mexicanos, que eran residentes permanentes en Estados Unidos, perdieron su estatus en el país, según ordenó el juez federal que siguió el caso.

Se estima que este grupo habría ingresado al país ilegalmente a unas 1,000 personas.

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