Último adiós a la señora Narváez

Cuando llegué a trabajar a La Opinión en 1977, Eva Narváez era la Señora Narváez, la jefa de la sección de Avisos Clasificados del periódico.

Para ese entonces, ella ya llevaba más de 20 años en el diario.

Si bien no competía en años trabajados con don Alfredo González W., Rodolfo B. García, Nicolás Avila, Andrés Laguna y otros, estos honorables señores, al igual que Horacio Martínez, quien llegó después que ella a La Opinión tras su traslado de La Prensa de San Antonio, Texas, la respetaban y veían como persona clave en la empresa.

Su sección tenía a cargo la generación de recursos económicos para la operación del periódico.
Para mí, esa fue la importancia del trabajo de la señora Narváez y del grupo de jóvenes que, conforme crecía el periódico, contrataba y guiaba en la venta de clasificados, uno de los dos pilares del sostén económico del diario. El otro pilar era el aviso desplegado.

Hacer dinero. Sí, ese fue el trabajo de la señora Narváez y de su equipo.

Dinero para pagar salarios, operar equipo y maquinaria y producir el periódico diario que miles de latinos buscaban cada mañana en las calles de Los Angeles.

Si bien don Alfredo, Rudy García, Nick Avila y otros se destacaron en la generación de información para el público latino, la señora Narváez se destacó en la generación de recursos para que la tarea de los primeros fuera posible.

Y lo hizo por más de 40 años. Y sobre todo durante un periodo muy importante en la vida del periódico que experimentó durante las décadas de los 80’s y 90’s un enorme crecimiento en circulación y número de lectores.

La circulación del periódico aumentó al ritmo de crecimiento de la comunidad latina en esa época.
Muchos lectores compraban el periódico para leer noticias de todo tipo y muchos otros lo hacían para leer los clasificados en busca de trabajo.

Como botón de muestra puedo decir que mi suegro le encontró trabajo a su cuñada en las páginas de La Opinión allá en los 60’s.

Con frecuencia escuchaba, y aun escucho de vez en cuando, historias como esas de personas que acudían a las páginas de clasificados de La Opinión en busca de trabajo.

Esa fue la importancia del trabajo de la señora Narváez y del equipo que dirigía: generar recursos y servir a miles y miles de lectores.

La señora Narváez falleció el pasado 4 de julio a la edad de 100 años.

Nació el 8 de abril de 1920, en El Paso, Texas. Fue hija de Antonia y Vicente López.

Quería ser pilota y estaba a solo cuatro horas de vuelo para obtener su licencia de piloto cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.

La familia se trasladó a Los Ángeles en busca de mejores oportunidades. Y fue así como llegó a La Opinión.

Este jueves sus seres queridos la despidieron en el cementerio Forest Lawn de Hollywood Hills.
Descanse en paz.

J. Gerardo López fue Director Editorial de La Opinión de 1995 a 2004.