6 malas costumbres que debes evitar si estás tratando de perder grasa abdominal
La grasa del vientre es la más difícil de eliminar cuando queremos perder peso. Si por más que lo intentas no logras grandes resultados, conoce los hábitos que pueden ser la causa
Perder peso es un tema de salud importante y claro también es una cuestión estética importante. Conforme pasan los años puede irse volviendo más difícil llegar al peso ideal y entre los principales problemas que se presentan se encuentra la dificultad para eliminar la grasa en la zona abdominal.
Lo cierto es que hoy en día disminuir unos centímetros de cintura, no sólo nos hará sentir mejor y lucir mejor la ropa, es un aspecto clave en la prevención de enfermedades a futuro. El tipo de grasa que se acumula en el abdomen se relaciona directamente con un exceso de calorías y se relaciona con condiciones como la resistencia a la insulina, altos niveles de estrés, mala calidad en el sueño y una salud intestinal deficiente.
La mayoría de las personas recurren a los medios tradicionales y más populares para eliminar la grasa en el vientre: alimentación equilibrada, control de calorías y por supuesto la actividad física, con especial énfasis en el trabajo abdominal. Sin embargo existen muchos otros factores que influyen y que muchas veces no consideramos.
1. No comas en la noche
Siempre será mejor consumir las calorías durante el día, en principio porque en la noche el tiempo para quemarlas es nulo y este hábito se relaciona directamente con un aumento en los niveles de azúcar en la sangre. Tener la costumbre de cenar temprano nos permite un proceso de digestión más ágil, lo que de manera automática potencia la quema de grasas, el metabolismo y también nos ayudará a descansar mejor. Este aspecto se relaciona directamente con el famoso ayuno intermitente que hoy en día está tan de moda, entre sus más grandes beneficios justamente se encuentra una significativa disminución en la grasa abdominal. Esto se debe a que limitar la ingesta de alimentos a un lapso de 8 horas, permite que el organismo descanse y optimiza mejor la insulina.
2. Nunca ignorés el estrés
Es impresionante lo que el estrés puede causar en el cuerpo, de hecho es una de las principales causas de la aparición de diversas enfermedades degenerativas, como es el caso del sobrepeso y la obesidad. Altos niveles de estrés suelen asociarse con un aumento en el cortisol y este simple hecho conduce a el almacenamiento de grasa en la zona abdominal a modo de una especie de mecanismo de defensa del cuerpo. También el estrés altera el funcionamiento general del organismo, el estado de ánimo, puede aumentar el apetito y se relaciona con cierta apatía que en muchos casos evita que las personas hagan ejercicio.
3. Evita la vida sedentaria
No permitas quedarte sedentario a lo largo del día, sobre todo si pasas mucho tiempo sentado en la computadora o sin moverte. Integrar como parte de tu rutina diaria actividad física, es el mejor aliado para evitar la acumulación de grasa abdominal. Si bien es importante realizar ejercicio cardiovascular a lo largo de la semana, existen buenas alternativas para mantenerte activo de manera cotidiana: pasear al perro, salir a caminar 15-20 minutos después de comer, subir escaleras.
4. La importancia de dormir bien
Una buena calidad del sueño es indispensable para el funcionamiento del organismo, es el momento en el cual el cuerpo se regenera y también es clave para mantener en equilibrio al sistema hormonal. Por otra parte un buen descanso interviene en el metabolismo, combate el estrés, mejora el estado de ánimo y regula el apetito. Recuerda cuando el cuerpo no está descansado no coopera con la pérdida de peso y la liberación de grasa.
5. No olvides la salud intestinal
El buen funcionamiento intestinal se relaciona con muchos aspectos importantes en la salud: interviene en la digestión, en la eliminación de desechos y toxinas del organismo y es clave en la integridad del sistema inmunológico. Un intestino deprimido y deficiente no puede absorber los nutrientes, ni limpiar al organismo como es debido. A la vez una dieta que se distinga por el consumo de alimentos procesados, conservadores, colorantes, grasas saturadas, azúcares, químicos y harinas refinadas, son los principales responsables de destruir la flora intestinal. Cuando esto sucede la salud estomacal deteriora, se presenta distensión abdominal e inflamación.
6. Dile adiós al azúcar
Un alto consumo en azúcares añadidos es uno de los hábitos alimenticios que más se relacionan con enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes, afecciones en tiroides y depresión. Es importante saber elegir las fuentes de las cuales obtenemos el azúcar, siendo las frutas la única fuente saludable de fructosa. Sin embargo es prioritario evitar el consumo de azúcares procesados, que contienen un nulo valor nutricional y muchas calorías, que se van directo al vientre. Lo que sucede es que el hígado no logra procesar por completo este tipo de azúcares y los convierte en grasas, evita todo tipo de bebidas azucaradas, refrescos, panecillos, golosinas, dulces, comidas procesadas y rápidas.