A sus 40 años, esposa y madre de tres pierde su batalla contra el COVID-19

"Al virus no le importa si tú crees o no, este puede atacar a cualquier persona", dice uno de sus familiares

Letty Silverio perdió la batalla contra el coronavirus el 2 de agosto. (Suministrada)

Letty Silverio perdió la batalla contra el coronavirus el 2 de agosto. (Suministrada) Crédito: Familia Silverio | Cortesía

LOS ÁNGELES – Ignacio Silverio recuerda a su hermana, Leticia Silverio, como una mujer feliz y llena de vida que disfrutaba actividades al aire libre, el senderismo y las montañas rusas.

No obstante, Letty —como todos le llamaban de cariño— perdió su batalla contra el COVID-19 el pasado 2 de agosto. Solo tenía 40 años de edad.

Ignacio, de 34 años y quien reside en Nashville, Tennessee, dijo a La Opinión que recibió una llamada de sus familiares desde Redlands, California, a principios de julio notificándole que sus padres, quienes sobrepasan los 60 años de edad, habían contraído el virus.

Junto a ellos, Letty, su esposo José Luis Salazar y sus tres hijos de 17, 15 y 9 años también dieron positivo al coronavirus. Además de ello, comentó que sus hermanos y primos se contagiaron. Todos se encontraban en el condado de San Bernardino y estaban en cuarentena.

“Al principio no estábamos preocupados de Letty pero sí de mis papás, ya que ellos son de la tercera edad”, contó Ignacio. “No vivían en la misma casa, pero como muchas familias latinas se visitaban a menudo”.

Indicó que hasta el momento desconocen quién pudo haber sido el primer infectado de la familia.

No obstante, platicó que sin importar qué tan enferma pudiera sentirse Letty, inicialmente fue ella quien se encargó de que toda la familia recibiera los cuidados necesarios.

Te puede interesar: Condado de Los Ángeles ofrece dinero a inquilinos afectados por la pandemia

Letty Silverio junto a su esposo José Luis Salazar y sus tres hijos. /Cortesía Familia Silverio

Ya para el 22 de julio, Ignacio recibió la noticia de que su cuñado José Luis estaba llevando a Letty de emergencia al hospital de Loma Linda en el condado de San Bernardino. Principalmente, dice, ella se quejaba de la falta de respiración.

“Ahí nos dijeron que la entubarían y la iban a sedar”, contó su hermano, quien entonces optó por viajar a Los Ángeles para estar con su familia.

La sonrisa del restaurante

La familia Silverio es originaria del estado de Guerrero, México. El señor Ignacio y su esposa Victorina emigraron a Estados Unidos con sus cuatro hijos muy pequeños; Letty, Ignacio, Lori y Sal.

Letty se casó con Salazar, quien era su amor de preparatoria, y posteriormente tuvieron a sus hijos Alex, Heidi y Adrián. Ella solía llamar a todos en su hogar “mis amores”, una muestra de lo cariñosa que era.

Tras un arduo esfuerzo, la pareja logró abrir su negocio en la ciudad de Redlands en 2016. El restaurante Cheliz era el orgullo de la pareja y la solución para brindarle un futuro universitario a sus hijos.

Ignacio dijo que en el restaurante todos conocían a Letty por su amabilidad y su sonrisa. El restaurante familiar se convirtió en el sitio preferido de muchos.

Cuando comenzó la pandemia del COVID-19, dicho establecimiento, al igual que muchos otros, se vio obligado a detener la entrada a clientes dentro del establecimiento y vender comida solamente para llevar.

El 4 de julio el restaurante cerró sus puertas después que comenzaron los problemas de salud con la familia, y hasta el momento ha permanecido así.

“Debido a que está cerrado la familia no cuenta con ingresos. Hace unos días iban a reabrirlo pero sucedió el fallecimiento de mi hermana y ahora nos dedicamos a hacer los planes para el funeral”, indicó Ignacio, el hermano menor.

Te puede interesar: Abren sitio de pruebas de COVID-19 en Consulado de México en Los Ángeles

La familia Silverio. /Cortesía Familia Silverio

Ignacio dijo que su cuñado José Luis y sus sobrinos continúan recuperándose en su hogar y sus padres parecen haber mejorado.

Indicó también que todos se hicieron la prueba del COVID-19 pero hasta el momento su padre y su primo no han recibido los resultados. Él y su esposa se hicieron la prueba hace dos días y aún están a la espera.

A cualquiera le puede pasar

Ignacio dijo que en su hogar siempre estuvieron conscientes de lo grave que podía llegar a ser el virus si lo contraían. Indicó que su familia era muy precavida y por eso les tomó de sorpresa lo que le sucedió a Letty.

Ella era una mujer relativamente saludable. Padecía de artritis reumatoide pero esto no le impedía realizar las labores de su hogar y trabajo.

Indicó que es común ver en las comunidades latinas el temor que existe para hacerse la prueba del COVID-19 porque piensan que van a perder su empleo y sus ingresos. Pero que “mientras más se ignora la realidad más devastador puede ser el resultado”, indicó.

“Al virus no le importa si tu crees o no, este puede atacar a cualquier persona”, dijo Ignacio. “Usen mascarilla, lávense las manos y si piensan que están infectados aíslense para no contagiar a otros”.

#rememberingletty

Debido a los altos costos hospitalarios, funerarios, así como los del hogar y negocio de la familia de Letty, Ignacio abrió una cuenta de GoFundMe para poder recaudar fondos a beneficio de la familia.

Debido a que Letty era apreciada por su comunidad, Ignacio también creó una página de Facebook para que familiares y amigos puedan enviar mensajes y compartir buenos recuerdos. La familia esta utilizando el hashtag #rememberingletty

El servicio fúnebre se llevará a cabo este viernes y los restos de Letty descansarán en un cementerio de la ciudad de Calimesa, California.

Si desea apoyar a la familia puede visitar la página: https://www.gofundme.com/f/remembering-letty

LEER MÁS: Un simple abrazo se convierte en la peor pesadilla para una familia de El Monte

En esta nota

Covid covid19 redlands
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain