Trump realizó el funeral de su hermano Robert en la Casa Blanca
En la Casa Blanca no se veían unas exequias con cuerpo presente desde 1963 tras el asesinato del mandatario John F. Kennedy
WASHINGTON – El presidente Donald Trump celebró este viernes en la Casa Blanca el funeral por su hermano menor, Robert, fallecido el sábado pasado en Nueva York,
Miembros de la familia del presidente y la primera dama Melania Trump, asistieron al funeral, que contó con la participación de “varias docenas” de invitados, en la llamada East Room, lugar de recepciones oficiales de la Presidencia, según la cadena de televisión CNN.
Más tarde, Trump, su esposa y otros integrantes de la familia acompañaron el féretro mientras era transportado del interior de la Casa Blanca desde el Pórtico Norte hasta el coche fúnebre, al ritmo de gaitas que tocaron “Abide with me”, que se suele tocar en exequias.
La mayoría iban vestidos de negro, menos Trump, que llevaba un traje de color azul marino. El presidente no hizo declaraciones a los periodistas congregados afuera.
Una fuente de la Casa Blanca confirmó a CNN que los costos del funeral serán pagados por el propio Trump de su bolsillo.
El lunes pasado, el mandatario anunció que estaba pensando celebrar en la mansión presidencial las exequias por su hermano.
“Eso sería, creo, un gran honor para él. Creo que se sentiría muy honrado”, dijo Trump a la prensa a principios de semana.
Robert “estaba tan orgulloso de lo que hemos hecho y estamos haciendo por nuestro país -agregó-, por lo que pienso que sería adecuado” celebrar el funeral en la Casa Blanca.
Robert Trump, al que el presidente describió como su “mejor amigo”, falleció el sábado pasado en un hospital de Nueva York, después de que la víspera el mandatario se desplazara a esa ciudad para visitarlo.
Según un amigo de la familia Trump que habló con el diario The New York Times bajo condición de anonimato, Robert había sufrido hemorragias cerebrales recientemente como consecuencia de una caída, y en las últimas semanas su salud se deterioró hasta el punto de que ya no podía hablar por teléfono.
Esta es la primera vez que los restos de un ciudadano sin un cargo público son llevados a la mansión presidencial para unas exequias desde 1936, cuando se celebró el funeral por Louis Howe, asesor del presidente Franklin Delano Roosevelt.