Roban donaciones a vendedor ambulante que fue asaltado
La comunidad lo apoyó con fondos después de que fue atracado, pero se los robó un empleado de seguridad
LOS ÁNGELES – Alberto Cruz, un vendedor ambulante, nunca imaginó que un hombre que apenas conocía fuera a utilizar la desgracia que sufrió al ser asaltado para recolectar dinero a través del sitio GoFundMe y desaparecer con más de $6,000.
“Lo conocía realmente de vista y creí que quería ayudarme. Nunca pensé que se fuera aprovechar de mi historia para robarle a la gente que generosamente aportó sus donativos para que me recuperara del asalto que sufrí”, dice Cruz.
Todo comenzó cuando fue atracado hace como un mes y medio en su puesto de venta ambulante en la ciudad de Stockton en el norte de California, a donde viaja a diario por alrededor de 45 minutos, desde Sacramento para ganarse la vida.
“Hace como un año vine de México y desde entonces estoy vendiendo raspados, elotes, churros y mangos”, dice Alberto de 47 años de edad.
El inmigrante de Puebla, México se coloca frente a la tienda Burlington de Stockton y ahí vende sus productos.
No recuerda exactamente la fecha, pero calcula que fue como a las dos de la tarde cuando llegaron unos asaltantes a robarle la venta del día. “No los alcancé a distinguir porque me arrojaron gases a los ojos”, cuenta.
Todavía sin poder ver bien se acercó al agente de seguridad de la tienda Burlington para contarle lo que había pasado. El empleado y él se conocían de ‘hola, cómo estás’, pero nada más; y a veces, el inmigrante lo ayudaba comprándole el almuerzo.
“Me decía que no traía dinero, y yo le pagaba un burrito para que comiera. También le regalaba un mango, un elote, lo que él quisiera”, narra.
Cuando se enteró del asalto, el agente de seguridad se ofreció a abrirle una cuenta de GoFundMe para ayudarlo a recuperar las ventas robadas. “Hasta me tomó fotos y un video donde yo daba las gracias por la ayuda que me pudieran dar”, dice.
Pero para abrir la cuenta en GoFundMe, el individuo le dijo al inmigrante que ocupaba $150 ya que eso era el cobro de apertura. Alberto, desconocedor de cómo funciona el sitio online de recaudación de fondos, le entregó el dinero.
Al poco tiempo, el falso buen samaritano dejó de ir a la tienda. Sin embargo, algunos de los clientes de Alberto le mostraron la página de GoFundMe donde se podía ver que se habían recaudado $6,785 de una meta de $5,000 para apoyarlo.
Para ese entonces, la cuenta ya estaba cerrada y el individuo ya había retirado el dinero. “Cuando lo empecé a buscar, ya no me dio la cara. Se desapareció. No volví a saber nada de él”.
Alberto añade que lo fue a buscar a la tienda donde trabajaba, y de manera anónima le informaron que el defraudador ya no laboraba ahí y lo describieron como una persona peligrosa.
El inmigrante se siente muy molesto, y quiso contar su historia para que no le vuelva a pasar a nadie que utilicen su desgracia para sacar dinero. “Este hombre es un un descarado. Lo siento mucho por la gente de la que se aprovechó. Ese dinero no le va a durar toda la vida. A mi no me va a faltar. Yo estoy acostumbrado a trabajar duro con el sudor de mi frente“.
Al preguntarle por qué no lo reporta a la policía, dice que ya tiene demasiado estrés con todo lo que ha pasado cómo para seguir peleando. “Se lo vamos a dejar a Dios. Ya con que la gente venga a comprarme, con eso me ayudan mucho”.
Luis Magaña, líder comunitario del área de Stockton, donde ocurrieron los hechos, afirma que si bien Alberto se rehusó a poner una denuncia a la policía, pide a las autoridades investigar y buscar a las personas sin escrúpulos que se aprovechan de los inmigrantes que se ganan la vida honestamente.
La Opinión está a la espera de una respuesta de GoFundMe sobre cómo evitar que cualquiera pida donaciones a nombre de una persona, y luego desaparezca con los fondos.