Un juez federal obliga a Trump a conceder 55,000 ‘green cards’ que había paralizado por la pandemia
Una corte de Washington D.C. ordena al gobierno que "lleve a cabo los esfuerzos en buena fe" necesarios para "procesar y adjudicar de forma rápida" esas aplicaciones de residencia permanente antes del 30 de septiembre
Un juez federal del distrito de Columbia ha prohibido de forma cautelar al gobierno que preside Donald Trump aplicar su veto migratorio a los ciudadanos extranjeros que ganaron la residencia permanente gracias al sorteo de visas de diversidad, dictaminando así que la negativa del Departamento de Estado a conceder esas green cards es probablemente ilegal.
En un auto judicial de 85 páginas adelantado este viernes por la web informativa Law360, el juez Amit P. Mehta asegura que el Gobierno federal ha “retrasado de una forma no razonable el procesamiento” de las green cards para los ganadores de esa lotería y sus familiares, que se han visto impedidos de viajar a Estados Unidos por las políticas migratorias implementadas por el Gobierno en primavera con motivo de la pandemia de coronavirus.
Así, el juez ordena al Gobierno que “lleve a cabo los esfuerzos en buena fe” necesarios para “procesar y adjudicar de forma rápida” las aplicaciones de residencia permanente antes del 30 de septiembre, cuando concluye el año fiscal de 2020.
El Programa de Visas de Diversidad, creado en 1990 para promover la diversidad étnica y cultural del país, entrega cada año 55,000 green cards a personas de países con baja representación en Estados Unidos.
Este año el resultado del sorteo aleatorio por el que se reparten las visas entre todas las aplicaciones recibidas de todo el planeta (hasta 14 millones) se retrasó debido a la epidemia de coronavirus.
Las reglas del sorteo estipulan que los ganadores deben recibir su green card antes del 30 de septiembre o la perderán, pero el cierre de las embajadas y consulados en el extranjero dificultó el proceso, y la prohibición de emisión de tarjetas de residencia permanente aprobada por Trump (aduciendo que en la crisis económica provocada por el coronavirus es necesario primar a los trabajadores estadounidenses) pareció acabar con las esperanzas de los beneficiarios.