México: Se acelera la venta de boletos para la rifa del avión presidencial
El sorteo se llevará a cabo el próximo 15 de septiembre
MÉXICO – En la recta final, la venta de boletos para la rifa del avión presidencial se aceleró. Afuera de la Lotería Nacional, los tres estantes lucieron con compradores. En diez minutos, se habrán vendido unos 15 boletos, un total de 7 mil 500 pesos.
La señora María Rivera, de 79 años de edad, vecina de la colonia Moctezuma, compró cuatro para competir el 15 de septiembre por un premio de 20 millones de pesos. No el avión, sino su costo dividido entre 100. El avión seguirá parado.
“Mis familiares han comprado, pero no tienen mucha fe, pero les dije ‘cómpralo nada más por contribuir en algo a la humanidad’“, dijo mientras se reía tras su cubrebocas.
El martes, la Lotería Nacional informó que de los 4 millones de cachitos, a 500 pesos cada uno, se habían vendido 3 millones 815 mil 200. “El último mes fue muy bueno”, dijo el director general.
Pero a pesar de eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que regalarían 1 millón a los trabajadores de los hospitales.
Este sábado los vendedores afuera del edificio de la Lotería parecían más optimistas.
“Cada día vendemos más de 15,000, 15,000, 20,000”, dijo Luis Lorea, de 78 años, más de la mitad vendiendo boletos.
“No, no, se venden, pero no tantos. Si el señor los vende, lo felicito”, le reviró la vendedora Martha Succar. Y ahí mismo se armaba la discusión. Que no exageren.
“¿Por qué si el Presidente ya tiene el dinero, ¿por qué no lo entrega a los hospitales en lugar de armar tanto teatro?”, opinó Beatriz Mondragón, quien había ido a recoger los boletos para los sorteos sencillos. No vendió “los del avión”, porque la Lotería los obligó a liquidarlos antes de venderlos.
“Lo que pasa es que esto se está manejando más políticamente. Por decir, si tú eres priista no vas a vender boletos”, señaló Martha Succar.
“Yo lo compro nada más de recuerdo y para apoyar al sistema de salud. Compré dos como en marzo, hoy traje a mis hijas”, expresó la señora Estela Román.
Allá en la esquina de Puente de Alvarado y Rosales, Roberto Díaz, quien en abril se quejaba de no vender ni uno, aseguró que ya se habían agotado.
“Es que se hizo mucho escándalo y el Presidente los vende muy bien”, consideró.
Con tanto movimiento, nadie supo precisar cuándo se acabará la venta. Unos dijeron dos horas antes del sorteo. Otros que el lunes. “No nos han avisado, yo creo que cuando se acaben”, aseguró Martha Succar.