Fiscal general de EE.UU. compara el confinamiento por COVID-19 con la esclavitud
También arremetió contra el movimiento Black Lives Matter
El fiscal general William Barr ha comparado las órdenes de confinamiento emitidas por los gobernadores con el propósito de mitigar la propagación de la pandemia de coronavirus con la esclavitud.
“Un confinamiento nacional, las órdenes de permanecer en casa son como un arresto domiciliario. Aparte de la esclavitud, que es un tipo distinto de restricción, es la mayor intromisión en las libertades civiles en la historia de Estados Unidos”, ha asegurado Barr durante un discurso pronunciado en el Hillsdale College, en Michigan.
Docenas de estados estadounidenses emitieron órdenes de confinamiento a principios de 2020 para evitar una mayor propagación de la COVID-19, enfermedad que ya ha dejado en el país norteamericano más de 6.6 millones de personas contagiadas y más de 197,000 víctimas mortales.
El presidente Donald Trump también ha rechazado en reiteradas ocasiones los confinamientos y, desde el comienzo de la pandemia, no ocultó su inclinación a permitir que la vida normal y la actividad productiva continuaran. Después, urgió a los gobernadores a reabrir sus economías ya en primavera.
Durante su discurso, Barr también ha arremetido contra el movimiento ‘Las Vidas Negras Importan’ (‘Black Lives Matter’), asegurando que explota las muertes de los afroamericanos a manos de la Policía para lograr un beneficio político, según ha informado la CBS.
“Como propuesta, ¿quién puede discutir ‘Las Vidas Negras Importan’? Pero no están interesados en las vidas de los negros, están interesados en los apoyos”, ha argumentado Barr.
“Un pequeño número de negros que son asesinados por la Policía durante un conflicto, generalmente menos de una docena al año, que puedan utilizar como apoyo para lograr una agenda política mucho más amplia”, ha remachado.
Las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos, auspiciadas por el movimiento ‘Las Vidas Negras Importan’, han resurgido en varios puntos del país después de la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la Policía.
Las manifestaciones, en las que los disturbios han sido frecuentes, han ido creciendo y se han expandido a todo el mundo. Por su parte, la Administración Trump, incluido el propio presidente, se ha mostrado repetidamente crítica con el movimiento.