Doctor da sus razones para el ‘No’ a la Prop.23

Indica que de aprobarse, habría más escasez de médicos en consultorios y hospitales

El especialista indica que ya de por sí cada año hay menos médicos que permanecen en EE.UU.

El especialista indica que ya de por sí cada año hay menos médicos que permanecen en EE.UU. Crédito: Getty Images

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El doctor Edgar Vera ha trabajado por más de 20 años asistiendo a pacientes que sufren problemas de los riñones.

Con su equipo de cuatro nefrólogos, visitan cuatro clínicas del High Desert —que incluye a Hesperia, Apple Valley y Victorville— para atender a más de 1,000 pacientes.

De ellos, cerca del 60% necesita diálisis, un proceso por el que se extraen toxinas y exceso de agua en la sangre luego de que los riñones dejen de cumplir esta función.

Vera, quien es director médico de las clínicas de diálisis Davita en el High Desert, se opone tajantemente a la Proposición 23 ya que asegura que esto afectará la escasez no solo de médicos en general, si no también de nefrólogos —médicos expertos en las enfermedades del riñón.

La moción, financiada por el Sindicato Service Employees International Union-United Healthcare West (SEIU-UWD) tiene cuatro disposiciones: reportar infecciones, no discriminar a los pacientes, obtener un permiso del gobierno para cerrar una clínica y que las clínicas de diálisis tengan un médico en el lugar en todo momento.

Oponentes de la Proposición 23 dicen que esta la última disposición tendrá un grave impacto.

En principio porque la propuesta no especifíca qué tipo de doctor debe estar presente en los centros de diálisis. Es decir, que bien puede ser un nutricionista o un cardiólogo y no necesariamente un especialista en riñón.

Por otro lado, en California hay cerca de 600 clínicas de diálisis y Vera asegura que la propuesta no fue desarrollada por personal médico si no más bien por el SEIU-UWD, cuyo objetivo es aumentar su membresía.

El doctor explica que si los pocos nefrólogos que hay son enviados a clínicas de diálisis, donde no son tan indispensables, habría más escasez en lugares donde los pacientes los necesitan, como en hospitales y consultorios.

“Cada año, el número de médicos [y nefrólogos] que permanecen en EE.UU. disminuye”, dijo el doctor Vera.

Agregó que las nuevas generaciones de doctores están interesados en áreas menos complicadas y donde ganan más dinero, como la cirugía plástica. Por ello, es difícil encontrar suficientes médicos renales para cubrir varias clínicas de diálisis.

“No podremos encontrar médicos que permanezcan sentados en un centro de diálisis, 12 horas seguidas, sin ningún motivo”, expresó y aseveró que son los técnicos quienes saben utilizar las máquinas de diálisis y no los doctores. El tenerlos médicos en la clínica no ayudaría a que ellos revisen las máquinas.

“Parte de nuestro trabajo está en los centros de diálisis, pero no nos quedamos allí todo el tiempo ya que no pudiéramos atender otras áreas de nuestro trabajo”, dice Vera.

Este médico visita cada clínica de diálisis una vez por semana, revisa los casos y habla con los pacientes, responde a sus inquietudes y les ajusta los tratamientos. Este trabajo lo rotan entre los cuatro doctores para atender a los cientos de pacientes.

“Eso es lo que el gobierno, el Centro de Servicios Médicos, requiere, que los médicos visiten a los pacientes al menos una vez a la semana”, indicó Vera. “Es lo que hacen la gran mayoría de los médicos de familia, los médicos renales en Estados Unidos Estados. No tiene ningún valor estar allí todos los días”.

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