Premio Ohtli a quien orienta la vida de los migrantes
Conoce la noble labor de Raúl Lomelí, que lo hizo merecer de tan prestigioso galardón
MÉXICO – En las entrañas del campo estadounidense, el corte de naranja o cualquier otra pisca puede ser más difícil para un padre de familia que, en medio de la faena, se distrae por no saber cómo ayudar a su hijo a entrar a la universidad, cómo disminuir las comisiones de los bancos o cómo obtener un seguro de salud en Estados Unidos. “Yo he querido facilitar la vida a esos migrantes”.
Raúl Lomelí nació hace 47 años en California, casi por accidente: en medio de una zafra a la cual habían ido sus padres cerca de San José, desde Tepic, Nayarit. La familia regresó a México para seguir su vida y por ello Raúl Lomelí vivió parte de su infancia entre los mundos que lo hicieron un ciudadano binacional.
Así se dio cuenta de que un emigrante en Estados Unidos tiene la desventaja de desconocer el sistema más la barrera del idioma y que ambas carencias se subsanan con conocimiento. Así él se interesó por estudiar en la adolescencia y por impulsar una herramienta de empoderamiento ya como adulto.
“SABEResPODER” es una organización de Beneficio Público que a través de una plataforma de tecnología móvil ayuda a las comunidades de inmigrantes abrirse camino en tres áreas clave para el crecimiento de cualquier persona: salud, educación y finanzas.
Por presidir esa labor desde 2008, Raúl Lomelí fue reconocido el pasado 29 de septiembre con el premio Ohtli, una presea que se entrega anualmente por parte de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos en conjunto con la Secretaría de Relaciones Exteriores en México y la Embajada de México en EE.UU.
Se entrega a mexicanos o sus descendientes nacidos en el extranjero que se hayan distinguido por su trabajo durante muchos años en beneficio de la comunidad.
Raúl Lomelí volvió a California a los 14 años sin hablar inglés y en los veranos se dedicaba a la pisca de naranjas para ayudar a su familia. Para ir a la universidad tuvo un privilegio que reconoce: haber nacido allá.
“Eso es razón por la cual quiero ayudar a la comunidad que debería tener más derecho de llamarse estadounidense, pero, por no haber nacido ahí, están siendo discriminados”, advierte en entrevista con este diario poco después de recibir el premio.
“Regresé a EE.UU. a los casi 15 años de edad, sin hablar inglés, pero, por tener ciudanía, fui becado para estudiar en Europa y después en UCLA… Estoy seguro que muchos de mis compañeros eran más meritorios pero no contaban con pasaporte americano”.
Saber es poder
Un día de 1993, Raúl Lomelí dejó los pimientos, las cebollas, las lecherías y la maquinaria agrícola del West Side y sus trabajadores y se embarcó hacia UCLA después de su regreso de Noruega donde estudió derecho comparado.
Se fue del campo al mundo de la “corrección política y las salas de conferencias donde el dulce olor a tomates queda eclipsado por el smog”, según describió el periodista Marco Winters en una entrevista que realizó a Lomelí en aquellos smog”.
Estudió Ciencia Política y después saltó a otros rumbos como vicepresidente de Segmentos Multiculturales para el Banco Wells Fargo, y presidente del Proyecto Latino de Educación, donde dirigió dos iniciativas nacionales para promover la concientización y alfabetización en el tema de educación financiera.
También se movió por los complejos caminos de la comunicación como vocero nacional en Sallie Mae Fund, y como Agregado de Prensa del Consulado General de México en Los Angeles y, en diciembre de 2008 fue nombrado Presidente SABEResPODER, la plataforma que lo llevó al Ohtli, un premio que se otorga desde 1996.
Padre de tres muchachos (de 19, 17 y 14), Raúl Lomelí está orgulloso del galardón, pero matiza. “Cualquier premio tiene que ver mucho con la amistad y, claro, también por la confianza” de que él ha sido presidente de importantes consejos Directivos para la comunidad Latina en Estados Unidos: MALDEF (2018-2020), la Cámara de Comercio Hispana de San Antonio (2012), y de la Asociación Avenida Guadalupe (2008-2010).
SABEResPODER requiere menos asuntos diplomáticos y más conocimiento a ras de piso para dar información práctica sobre cómo acceder a la educación superior, salud y finanzas, fuentes de información que hacen una diferencia abismal en la vida de las personas.
“La gente tiene que estar consiente de que el no tener una identidad fiscal puede traer muchos gastos, por ejemplo, o que en Estados Unidos, a diferencia de México, la salud no lo es un derecho universal y no la van a tener gratuitamente pero pueden acercarse a clínicas comunitarias o a las ventanillas de salud de los consulados”.
De acuerdo con un estudio de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, la dificultad para acceder a servicios médicos en EE.UU. es mayor para migrantes irregulares, que son alrededor de 4.9 millones de los 11.6 millones de mexicanos, quienes además evitan acudir a hospitales por temor a la deportación.
Estas carencias han empujado a muchos a enfrentar la pandemia con remedios caseros cuando, con un poco de información, podrían pagar poco dinero al mes por un seguro de gastos médicos u otras herramientas vertidas en la plataforma digital.
En el tema de salud, SABEResPODER orienta sobre qué hacer para ir al dentista en tiempos de COVID-19 o la importancia del cubrebocas, cómo proteger a los hijos de la pandemia…; en otras áreas, cómo elaborar un presupuesto o una guía rápida para tarjetas preparadas; como elegir un proveedor de TV, cómo detectar la violencia doméstica…
La comunicación se hace también través de textos SMS al código 722 37. Raúl Lomelí dice que así se da información más precisa según el código postal del interesado.
Esta información es muy importante en el tema educativo una vez que se quiere ir a la universidad porque las leyes son estatales, pueden ser discriminatorias e impactan en la calidad en los condados agrícolas.
“En EE.UU. los directores de high school no son evaluados por el número de estudiantes que ingresan a las universidades, sino por el número de egresados y, por tanto, no le dan importancia a áreas que dan más ventajas para ir a la universidad como las matemáticas pero son más complicadas y por eso no las ponen como materias”.
Que los padres sepan de esta ventaja de las ciencias exactas, es otra de las razones que hacen la diferencia entre subir de nivel escolar o no.
“Cuando los padres trabajan tantas horas en el campo no cuestionan cuáles son las materias no seleccionadas en la escuela, dejan sin oportunidad a sus hijos. En California, por ejemplo, si no tienes tres materias de algebra en tu currículum y dos de ciencias estás fuera”, detalla.
“El trabajo en el campo es muy digno y es muy gratificante pero lo es más si éste es una elección, no la única opción”.
El Premio
El reconocimiento Ohtli (camino en náhuatl) consiste en una medalla, una roseta de plata y un diploma. Entre 1996 y 2020 se han entregado alrededor de 800 en áreas tan disímiles como la cultura, el deporte, los derechos civiles, la educación, empresas, periodismo y salud.
Los embajadores o cónsules envían al IME las candidaturas por escrito en una redacción no mayor a una cuartilla, en la cual, se habla de los méritos que los hacen acreedores al premio, se anexa la documentación que respalde sus merecimientos así como su currículum vitae en español con fotografía digital, el nombre del candidato tal y como quieran que aparezca impreso en el diploma y sobre todo fecha de la ceremonia de entrega.
En California este reconocimiento se ha entregado previamente a personalidades como Cruz Reynoso, primer juez Hispano de la Corte Superior de California o Joe Serna, primer Mexicano Americano en ser Alcalde de Sacramento.