Confirman que los restos encontrados son del bombero angelino
En un sitio remoto en Baja California, un cuerpo fue encontrado el 23 de octubre, pero el día de ayer, autoridades aseguraron que se trataba de Frank Aguilar.
Autoridades mexicanas confirmaron que fueron encontrados los restos del bombero angelino Frank Aguilar en un sitio remoto en Baja California.
Aguilar desapareció desde agosto pasado en las inmediaciones de Rosarito.
El fiscal central del estado de Baja California, Hiram Sánchez, informó en conferencia en Tijuana que el cuerpo fue localizado desde el 23 de octubre, pero fue entregado al médico forense para verificar la identidad, antes de informarlo oficialmente.
Dijo que el forense comparó el perfil genético de los familiares de Aguilar con los hallados al lado de una carretera que conduce de Tijuana a Rosarito en un tramo deshabitado.
Cuando el funcionario informó a los medios, antes había enterado a la viuda e hijas de la víctima, así como a la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) en Los Ángeles, que colaboró en averiguaciones.
La teoría de las autoridades es que una pareja planeó secuestrar a Frank Aguilar para exigir rescate, pero el bombero con dos décadas de experiencia en su trabajo trató de evitar que lo secuestraran y los sospechosos le dispararon.
Aguilar, quien trabajaba desde el año 2000 en la estación de bomberos 44 de Los Ángeles, en Cypress Park, viajó el 20 de agosto de Los Ángeles a Rosarito y poco después de alojarse informó a sus familiares que tendría una cita con una mujer al este de Rosarito.
Esa fue la última vez que su familia tuvo noticias de Frank Aguilar.
De acuerdo con averiguaciones de la fiscalía estatal, la última ubicación en el celular de Aguilar se situaba cerca de un domicilio donde los vecinos habían reportado disparos de un arma de fuego.
Las autoridades hallaron en el lugar todavía rastros de sangre que correspondían al ADN del bombero para ese entonces desaparecido.
También desaparecieron de la escena el vehículo Jeep de Aguilar y sus pertenencias. La fiscalía buscó a la mujer que vivía en el domicilio que señalaron los vecinos, la presunta cita, pero tampoco la encontraron.
Sin embargo, esa mujer y su cómplice fueron hallados posteriormente porque usaban las tarjetas de crédito y de débito de Frank Aguilar para hacer compras a lo largo de todo un corredor entre Ensenada, Rosarito y Tijuana. Al ser arrestados todavía tenían en su posesión las tarjetas de Aguilar.
Ambos fueron detenidos la noche del 8 de octubre e identificados como Fanny Gabriela Gómez Castellanos, de 31 años, y Santos González Casillas, de 27. Se les presentaron cargos por privación forzada de la libertad, que conllevan una potencial sentencia de hasta 50 años de prisión.
De acuerdo con la fiscalía, no era la primera vez que Aguilar veía a Fanny Gómez, a quien se refería como “Monserrat”.
Gómez habría convencido el 20 de agosto a Aguilar en un bar de Rosarito para que fuera a su domicilio, a donde posteriormente se presentaría de manera sorpresiva y armado Santos González, para amagarlo y secuestrarlo y luego exigir rescate a sus familiares.
Sin embargo la petición de rescate nunca fue presentada.
Cuando los sospechosos fueron detenidos, la hoy viuda de Aguilar, Karla Izquierdo, y sus hijas, Amaris y Bella Aguilar pidieron a las autoridades en conferencia virtual que mantuvieran a ambos sin otorgarles libertad condicional hasta que revelaran el lugar donde se encontraba Frank Aguilar.
Para entonces habían transcurrido “más de siete semanas sin saber nada de Frank”, dijo la señora Izquierdo, al expresar su angustia y la de sus hijas “por no saber cómo se encuentra, dónde está” o si le habían quitado la vida.
“Lo que queremos es que las autoridades les obliguen a dar con el paradero de Frank”, dijo la señora.
Bella Aguilar declaró en entrevista que “nosotras no nos vamos a rendir hasta dar con el paradero de mi papá, así sea lo último que hagamos”.
Finalmente las autoridades fueron las que encontraron los restos. El fiscal Sánchez se reservó informar la manera en que las autoridades localizaron los restos, porque dijo que es parte de una investigación en curso.
Sin embargo, agregó en conferencia que verificar la identidad tomó más tiempo porque el cadáver de Aguilar fue calcinado, quizás con la idea de prevenir que fuera identificado.
Al comparar solamente huesos, al forense le ha sido imposible precisar si Aguilar pereció por los disparos de arma de fuego que lo hirieron desde el 20 de agosto.
La fiscalía analiza ahora agregar a la pareja acusada de secuestro los cargos por homicidio.