Tamales de pizza o de Gansito: explosión de sabor en la mesa
Negocio familiar innova sobre una receta tradicional y los pedidos no se hacen esperar en estas fiestas
Hace tres años, Giovana Arelí se preguntó si podría hacer tamales “de Gansito”. Pronto nació la curiosidad entre su familia y la idea de crear un negocio donde sea posible usar la base de este platillo pero al mismo tiempo, experimentar con nuevos sabores.
Con el tiempo, la familia que radica en Tijuana, México, ha mejorado la receta y ha incluido otros sabores que difícilmente pueden encontrarse en puestos de tamales tradicionales.
Giovana prepara la masa como regularmente se hace, a base de maíz, pero platica que le pone un toque de chocolate y que al interior, le coloca una pieza entera del popular postre mexicano conocido como Gansito—un pastelito relleno de mermelada de fresa con crema.
“También quise hacer el de choco roles [otro pastel relleno de crema con piña]”, platicó la mujer, quien hasta ahora sigue en busca de nuevos sabores que deleiten al paladar.
Su hermana mayor, Perla Janeth Ramos, no se queda atrás y hace poco, ideó los tamales de pizza.
La madre de ambas, doña Silvia Sánchez, explicó que “a la masa se le agregan rebanadas de pepperoni, queso mozzarella y salsa para espagueti” y que el proceso y tiempo de cocción es igual al de los tamales tradicionales.
Agrega que cuando algunos clientes han probado sus tamales de pizza, de Gansito o de zarzamora o fresa—estos últimos con queso tipo Philadelphia— por lo general reciben buenos comentarios.
“Del tamal de pizza, me dicen que está ‘sabrosisísimo’ y que ya que los probaron, no van a dejar de comprarme… Así me escriben en redes sociales”, cuenta sonriente a La Opinión.
El negocio familiar comenzó hace más de 20 años en la tradicional colonia de Tijuana, Villa Floresta, cuando la mamá de doña Silvia comenzó a hacer tamales para vender en pequeña escala.
“En aquel tiempo, mi mamá solo le vendía a los vecinos, familiares o conocidos”, recordó.
La pequeña empresa tomó más forma cuando hace poco más de una década doña Silvia decidió dedicarse a la venta de los tamales e incluyó en el negocio a sus hijas.
Por tres generaciones “hemos seguido haciendo los tamales tradicionales, los que regularmente compra la gente: de res, de pollo, de puerco, de rajas, de piña”, explicó.
No obstante, hace poco también decidieron innovar con nuevos sabores.
El aliado: las redes
La familia regularmente vende cerca de dos tiendas de conveniencia en su mismo vecindario, pero doña Silvia reconoce que últimamente las ventas no solo han mejorado, sino que se le han disparado.
“Tenemos mayores pedidos y más frecuentes gracias a las redes sociales, que es por lo que nos conocen también desde otras zonas e incluso del otro lado dela frontera [en Estados Unidos]”, dijo.
Incluso durante esta entrevista, madre e hijas preparaban tres pedidos que les habían hecho desde California para la cena del Día de Acción de Gracias. Un pedido de 120 y otro de 99 tamales para el área de Los Ángeles, y uno más de 100 para el área de San Diego.
La familia cuenta que en estos días han trabajado más de ocho horas para cubrir con todos los pedidos en Tijuana y California.
En las garitas, aunque por noveno mes consecutivo continúan las restricciones a cruces no esenciales —por lo que, en términos generales, ninguna persona con visa cruza de Tijuana a San Diego— quienes pueden pasar y transportan los tamales cruzan sin problemas, “porque los tamales ya están cocinados”, explicó la señora Sánchez.
No obstante, coinciden en que los mayores pedidos comenzaron a hacerse después de que a las hijas de doña Silvia se les ocurrió experimentar con los nuevos sabores.
Y aún no terminan, Giovana Arelí dice que va a seguir con sus experimentos culinarios hasta que le salga el de choco roles como ella quiere.
“Ahorita tenemos aparte otros dos sabores con los que estamos probando”, dijo doña Silvia. “Yo creo que ya dentro de poco nos van a quedar y van a ser nuevas sorpresas”.
En cuanto a la bebida, por ahora solo han hecho el tradicional “champurrado” de masa, pero doña Silvia tiene en su lista de pendientes innovar en esa área.
‘A catar el tamal’
También se animó a platicar sobre el proceso con el que integran los nuevos sabores a su menú.
Empieza con un antojo o idea general de alguna de sus hijas. Luego, cuando cocinan los tamales para venta, incluyen algunos con los nuevos sabores para experimentar, “yo preparo la masa con un toque distinto”, dijo la señora.
A cada intento, las empresarias dan a probar los tamales del nuevo sabor a todos los integrantes de su familia.
“Cuando hacemos uno que le gusta a todos, entonces consideramos que ya nos quedó bien”, expresa
satisfecha.
Si gustas probar de este platillo puedes ubicar el negocio familiar ‘Tamales Sánchez’ en Facebook y enviarles un mensaje.