El trap de Ecko ‘rompe la pista’
El cantante argentino estrenó recientemente su EP 'Young Golden'
La carrera del rapero Ecko empezó cuando tenía apenas 13 años. Un día, luego de dudarlo mucho, se animó, grabó un video en su casa y lo mandó a la Batalla de Gallos de Red Bull. Para su sorpresa, fue seleccionado.
“Obviamente no gané, pero eso me ayudó a seguir compitiendo en otros lugares”, dijo el cantante argentino que ahora tiene 21 años. “Como quien dice, entré por la puerta grande”.
Ignacio Matías Spallatti, nombre real de Ecko, a su corta edad, ya puede decir que es todo un veterano en este arte de hacer rimas mientras canta. Luego de sus incontables batallas en las calles de Buenos Aires y en otras ciudades de Argentina, comenzó a hacerse conocido hasta que en 2017 estrenó “Dorado”, el tema que lo llevó a su primera gira internacional; fue a ofrecer varios shows a España. Hasta la fecha, esta canción tiene casi 50 millones de vistas en Youtube.
Hace unos días estrenó “Cama vacía”, un tema que grabó con Cazzu, una de las raperas, también argentina, más prominentes de la escena. Y el mes pasado sacó al mercado “Young Golden”, un EP de siete cortes de latin trap en los que colaboran Amenazzy, Brytiago, Eladio Carrión, Kiubbah Malon y Cazzu.
Su éxito no solo tiene que ver con la influencia que han ejercido en su estilo raperos como Dr. Dre, Eminem y 50 Cent, sino “a que siempre me enfoqué en tener una prolijidad en las letras, en las instrumentales”, dijo. “Para hacer reguetón y trap, lo importante de cualquier rapero es que rompa cualquier tipo de pista; la lírica tiene que ser asesina”.
Sin embargo, llegar a este nivel no fue fácil. Cuando comenzó su carrera nadie entendía lo que hacía. Ni sus papás ni sus amigos sabían qué género estaba interpretando.
“Mi abuela se extrañaba, no relacionaba lo que yo hacía”, dijo Ecko en una entrevista por Zoom desde Buenos Aires.
Pero era tanta su pasión por el trap que se salía a la calle con un amigo, se subían a los autobuses de pasajeros y se ponían a rapear; él improvisaba las letras y su amigo hacía los ritmos con la boca. Era la única manera de financiar su incipiente carrera.
“Necesitaba plata para seguir viajando y cubrir mis gastos”, dijo. “Yo le explicaba a la gente que estaba promoviendo el hip hop y me daban lo que podían”.
Después de todo, ganaba más como artista callejero que como lavaplatos y como empleado de una tienda de ropa, algo que hizo durante un tiempo con el afán de tener dinero para seguir su sueño.
Ahora ya no es necesario hacer cosas que no le gustan. Su carrera despegó desde hace un tiempo y ahora solo espera que termine la pandemia para retomar una gira que lo llevará por varios países.