Una regularización migratoria para los trabajos esenciales debe de ser ‘una prioridad’: activistas
Defensores de los inmigrantes de California y Texas abogan por la legalización para los inmigrantes que no han dejado de trabajar desde el inicio de la pandemia.
Con la asunción al poder del presidente Joe Biden y el control demócrata del Congreso en la Cámara de Representantes y el Senado, un grupo de activistas y abogados de California y Texas iniciaron una campaña de 100 días para obtener la legalización de millones de trabajadores esenciales que arriesgan su salud en medio de la pandemia.
Todavía no han entablado negociaciones formales con legisladores federales, pero pretenden convencer a un buen número de congresistas y al Senador Alex Padilla, reemplazante de la vicepresidenta Kamala Harris, para que lideren los esfuerzos en Washington, además del congresista texano, Joaquín Castro.
En diciembre pasado, Castro presentó otro proyecto de “Ley de Solidaridad con los Trabajadores Temporales”.
Dicho plan crea un marco de visas de trabajadores huéspedes temporales H-2B para prevenir la discriminación, elevar los estándares laborales, responder a las necesidades del mercado laboral, terminar con el empleo cautivo, respetar la unidad familiar, garantizar el acceso a la justicia y proporcionar a los trabajadores inmigrantes un camino hacia la ciudadanía.
Este lunes, activistas de San Diego, Los Angeles y Texas pidieron al público que cada miércoles enciendan una veladora y eleven una oración, “por la esperanza en el cambio de gobierno, pero una esperanza con acción”.
“Esperamos que la luz nos ilumine para continuar el movimiento por la legalización de los trabajadores esenciales”, dijo Gloria Saucedo, directora del Centro México de Los Ángeles, durante una en conferencia virtual. “Ellos han dado la cara a la pandemia con su trabajo, son los más susceptibles de enfermarse de COVID-19 y representan a quienes nos han motivado para continuar la lucha por su legalización, y más porque ahora se nos ha unido Texas”.
En efecto, los abogados texanos, Carmen Torres y Haim Vásquez están colaborando en varias iniciativas de ley con el abogado de California Marc Silverman, ex director de Política de Inmigración en el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes (ILRC).
“Necesitamos a los trabajadores esenciales, son parte de la economía, ellos lavan los pisos, la ropa, sirven la comida, recogen los cultivos, trabajan en las plantas procesadoras de carne, y sin ellos nuestro país y nuestra economía no saldría adelante”, valoró el abogado Haim Vásquez. “Además, los números de empleados esenciales que no tienen documentos es grandísimo”.
Entre los probables cinco millones de beneficiarios de una ley que proteja exclusivamente a los trabajadores esenciales es la salvadoreña Yanira Fuentes, de 48 años que reside en la ciudad de Palmdale y trabaja en el campo.
Desde hace cinco años, ella viaja cada madrugada con siete o diez compañeros del sector agrícola en una misma camioneta que los lleva a los sembradíos de Tehachapi, en el condado Kern o Cuyama, en el condado de Santa Bárbara.
“Este trabajo en los campos es bien sacrificado; todos los días uno tiene que desvelarse para piscar la verdura y la comida de todos”, dijo Yanira. “No tenemos muchos beneficios, ni Medical y nos arriesgamos en el frio, el calor, los químicos que usan en los sembradíos y ahora la pandemia”.
El abogado Vásquez dijo a La Opinión que se pueda aprobar un proyecto de legalización de los trabajadores esenciales “su mismo trabajo, lo que ellos hacen es suficiente”.
“[Pugnar por] Una reforma migratoria puede aguantar más allá de los 100 días; la idea de seleccionar a un grupo de trabajadores esenciales es para que sigan teniendo la oportunidad de seguir trabajando y se puede identificar como algo necesario para que la se apruebe pronto”, añadió.
Por su parte, el abogado Marc silverman fue enfático y subrayo: “Se trata de una prioridad”.
La realidad de los cambios migratorios en la administración pública del presidente Joe Biden podrían comenzar a contrastar con la de su predecesor Donald Trump, quien a lo largo de cuatro años mantuvo una política migratoria divisiva, llena de odio y racismo
“Después de cuatro años de terror, persecución, separación de familias y niños enjaulados, espero que este nuevo presidente aproveche la oportunidad de tener mayoría en la Cámara Baja y el Senado que vea la luz de esperanza que prendemos para que haya una legalización para los trabajadores esenciales “, comentó Gloria Saucedo en torno a las expectativas de los inmigrantes.
Entre las medidas del plan de reforma migratoria del presidente Joe Biden se contemplan: el restablecimiento completo de las protecciones del programa DACA para los estudiantes soñadores; revertir la regla de carga publica; solicitar una revisión inmediata del programa TPS; aumentar el número de refugiados, poner fin a la política de “tolerancia cero” y a las separaciones de las familias en la frontera, así como facilitar la obtención de la ciudadanía a los residentes permanentes.