3 preguntas sobre el juicio político a Trump por “incitar a la insurrección” en el Senado

La Cámara de Representantes prevé enviar el lunes al Senado la acusación contra el exmandatario, lo que pondría en marcha el juicio por "incitación a la insurrección"

El juicio político a Trump comenzará en la semana del 8 de febrero.

El juicio político a Trump comenzará en la semana del 8 de febrero. Crédito: Getty Images

El cambio de gobierno ocurrido este miércoles en Estados Unidos puso fin al mandato de Donald Trump pero no al impeachment aprobado en su contra por la Cámara de Representantes por su controvertido rol en el asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero.

Este viernes, el líder de la mayoría del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, reveló que la Cámara Alta tiene previsto iniciar el juicio a Trump la semana del 8 de febrero.

Schumer, quien ya había adelantado horas antes que la Cámara de Representantes prevé enviar las acusaciones el lunes 25 de enero, indicó que el martes comenzarán a tramitarse los preparativos.

Este retraso de dos semanas servirá para dar tiempo a que el Senado confirme a los miembros del gobierno de Joe Biden y se ocupe de tramitar las iniciativas contra la pandemia de coronavirus del nuevo gobierno.

“El Senado realizará el juicio por el impeachment a Donald Trump. Será un juicio pleno. Será un juicio justo“, dijo Schumer.

BBC Mundo responde 3 preguntas para entender este proceso.

1. ¿De qué se acusa a Trump?

El proceso abierto en su contra se relaciona con su actuación el pasado 6 de enero, cuando encabezó un mitin cerca de la Casa Blanca en contra de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre, que él sin pruebas califica de fraudulentas.

Seguidores de Donald Trump durante el asalto al Capitolio.

Getty Images
El asalto al Capitolio causó una verdadera conmoción política en Estados Unidos.

Ese día, Trump dijo a sus seguidores que hicieran oír sus voces “pacífica y patrióticamente”, cuando estos se preparaban para ir a protestar en el Capitolio, donde los congresistas estaban certificando la elección de Joe Biden como nuevo presidente.

Trump también dijo a sus seguidores que tenían que luchar con todas sus fuerzas.

Después del mitin, una multitud de partidarios de Trump rodeó el Congreso, desbordó a las fuerzas de seguridad y se abrió paso hacia el interior del Capitolio causando un caos en el que perdieron la vida cuatro manifestantes y un agente de policía.

La acusación aprobada por la Cámara de Representantes argumenta que el exmandatario repitió falsamente que los resultados de las elecciones presidenciales fueron fraudulentos y que no deberían ser aceptados por el pueblo estadounidense ni certificados por las autoridades estatales o federales.

Donald Trump

Reuters
Trump llamó a sus seguidores a marchar al Capitolio el pasado 6 de enero.

También considera que el exmandatario incitó el ataque de la turba sobre el Congreso y que, con ello, puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de gobierno, amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió con el traspaso pacífico del poder y puso en peligro a una rama de gobierno equivalente.

Este es el segundo juicio político al que se ve sometido Trump en 13 meses.

Volodimir Zelenski y Donald Trump en la Casa Blanca

Reuters
El primer impeachment a Trump tuvo que ver con una llamada con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

El primero se produjo a inicios de 2020 y estaba relacionado con los supuestos intentos del mandatario de presionar al gobierno de Ucrania a mediados de 2019 para que abrieran una investigación en contra de Joe Biden, quien entonces ya se perfilaba como su principal rival en las filas demócratas.

2. ¿Cuándo y cómo se hará el juicio político?

Desde la aprobación del impeachment en la Cámara de Representantes, la dirigencia del Partido Demócrata se debatía sobre cuándo iniciar el juicio contra Trump pues querían evitar que el proceso interfiriera con la puesta en marcha de la presidencia de Joe Biden.

Al final de cuentas, el juicio se realiza en el Senado que es también la instancia que debe aprobar el nombramiento de todos los altos funcionarios del nuevo gobierno.

“Dado que los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, ellos son quienes fijan el cronograma y hacen las reglas. Esto marca un fuerte contraste en comparación con el anterior impeachment contra Trump, cuando los republicanos controlaban el Senado”, señala Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en América del Norte.

La normativa estadounidense contempla que el Senado debe reunirse para dar inicio al juicio al día siguiente tras el envío de la acusación formal por parte de la Cámara de Representantes.

Chuck Schumer

EPA
Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, prometió un juicio justo para Trump.

Entonces, el sargento de armas del Senado -el oficial designado para mantener el orden durante sus reuniones- da inicio al procedimiento advirtiendo a los legisladores “que guarden silencio, bajo pena de prisión”.

Una vez iniciado el juicio, las sesiones deben realizarse diariamente con excepción de los domingos hasta que se consiga un veredicto.

3. ¿Es posible una condena?

Para que el juicio resulte en una condena hace falta el voto afirmativo de 67 de los 100 miembros del Senado, que en la actualidad se encuentra dividido 50-50 entre demócratas y republicanos.

En el primer impeachment contra Trump, los senadores votaron en consonancia con su militancia partidista, con excepción del excandidato presidencial republicano Mitt Romney, quien votó en contra de Trump.

Mitt Romney

Getty Images
El senador Mitt Romney fue el único republicano que votó contra Trump en el primer impeachment.

Esta vez, los demócratas cuentan con mayoría en el Senado, pero además existe la posibilidad de que se produzcan fisuras en las filas del Partido Republicano.

El 13 de enero, durante la aprobación del impeachment en la Cámara de Representantes hubo 10 legisladores republicanos que votaron a favor.

En el caso de la Cámara Alta, ha habido varios senadores que han criticado abiertamente el papel que tuvo Trump en los sucesos del 6 de enero.

De estos, la voz más importante -y la que los analistas consideran que puede hacer toda la diferencia- es la de el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

A diferencia de lo ocurrido en 2020, esta vez McConnell no ha descartado votar en contra de Trump y, de hecho, el pasado 19 de enero, por primera vez vinculó expresamente al exmandatario con el asalto al Capitolio.

“La turba fue alimentada con mentiras. Fueron provocados por el presidente y otras personas poderosas. Y ellos intentaron usar el miedo y la violencia para detener un procedimiento específico de la primera rama del gobierno federal que a ellos no les gustaba”, señaló McConnell.

En cualquier caso, una condena implica que habría que contar con el voto de todos los senadores demócratas y de 17 republicanos.

De acuerdo con un balance que lleva el diario The Washington Post sobre las posturas de los senadores ante este proceso, hay 28 republicanos que ya han expresado abiertamente su negativa a condenar a Trump y hay 14 que se han mostrado abiertos a la posibilidad de una condena.

Mitch McConnell

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El republicano Mtch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, no descarta la posibilidad de votar por una condena.

Adicionalmente, hay un grupo de senadores republicanos que están considerando objetar la realización del juicio bajo el argumento de que es inconstitucional someter a ese procedimiento a un presidente que ya ha abandonado el cargo.

“Nuestros miembros, independientemente de lo que puedan pensar sobre los méritos (del caso), simplemente creen que este es un ejercicio que realmente no tiene fundamento constitucional y, desde un punto de vista práctico, simplemente no tiene sentido”, dijo al respecto John Thune, responsable de la disciplina de los republicanos en el Senado, en una entrevista con Politico.

Este viernes, Schumer dijo que ese argumento ha sido “repudiado y desmentido por cientos de constitucionalistas”.

“No tendría sentido que un presidente, o cualquier funcionario, pudiera cometer un crimen atroz contra nuestro país y luego pueda dimitir para evitar rendir cuentas y que haya una votación para vetarlo de acceder a cargos públicos”, agregó.

En este sentido, hay expertos que consideran que dado que la Cámara de Representantes aprobó acusar formalmente al mandatario cuando todavía estaba en el poder, el Senado puede juzgarlo aunque ya haya abandonado el cargo.

Además, destacan que las cortes federales han reconocido de forma consistente el “poder único” del Congreso de fijar sus propias reglas y procedimientos, incluyendo todo lo relativo al impeachment.

En todo caso, si ocurre una condena, Trump perdería los beneficios otorgados a sus predecesores según la Ley de Expresidentes (1958) que incluyen una pensión, seguro médico, un presupuesto para viajes de hasta $1 millón de dólares y una serie de medidas de seguridad, todo ello pagado por los contribuyentes.

El Senado también puede resolver prohibirle a Trump ostentar cualquier cargo público en el futuro, lo que pondría fin a la posibilidad legal de que busque postularse nuevamente a la presidencia en 2024 como ha insinuado en varias ocasiones.


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