‘Microsinfonías’ lleva el ADN musical de Sergio Vallín
El guitarrista de Maná lanza un disco instrumental con el talento de grandes músicos como Carlos Santana, Alejandro Sanz y Juan Luis Guerra
Lo primero que llama la atención de Sergio Vallín es su cabello, que como esta vez lo traía atado, daba la impresión de que se había desecho de la larguísima melena con la que se lo ha visto desde hace muchos años.
“No me lo he cortado”, dijo el guitarrista de la célebre banda de pop y rock, Maná. “Es que lo traigo recogido, pero ya lo traigo casi hasta la cintura”.
Luego de mostrar que su cabellera sigue intacta, Vallín comenzó a hablar desde su casa en la ciudad de Aguascalientes, México, de “Microsinfonías”, un disco de siete cortes que nada tiene que ver con los proyectos que ha realizado con la banda de la que ha sido parte desde hace 26 años.
Este álbum, el segundo que realiza en solitario –el primero fue “Bendito entre las mujeres”, en 2009–, comenzó a grabarse en 2016, pero fue hasta hace poco cuando pudo concretarse.
Y es que no fue para menos. Vallín tuvo como invitados a artistas de la talla de Carlos Santana, Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz, Marco Antonio Solís y Arturo Sandoval. Así que, además de una minuciosa producción, el disco requirió una gran dosis de paciencia debido a que había que esperar a que los tiempos y las agendas le permitieran a cada uno de estos músicos hacer su colaboración.
La particularidad de “Microsinfonías”, que Vallín lanzó de forma independiente, es que es un disco instrumental, y quienes participaron no lo hicieron con sus voces, a pesar de que varios de ellos son conocidos precisamente por sus trayectorias como cantantes.
“Después de todo este tiempo me aviento con este proyecto”, dijo; “influenciado y movido por el placer que siempre he tenido por la música clásica”.
Así fue como, por ejemplo, en “Dónde estará mi primavera”, Solís, ejecuta un solo de percusiones. En “Cuando nadie me ve”, Sanz inicia con un solo de guitarra flamenca, el primer amor de este cantautor español. En el caso de “Bachata rosa”, Guerra toca jazz con su guitarra –una faceta poco conocida del cantante dominicano–, acompañado en la trompeta por Sandoval.
Vallín, quien estudió guitarra clásica cuando era adolescente, participó con la guitarra eléctrica, la acústica y hasta con un laúd medieval en este álbum.
El disco fue grabado por la Orquesta Sinfónica de Praga, y además contó con la participación de la familia de Vallín, entre ellos sus dos hijos y su hermano.
“Es un disco que fue creado por el placer de hacer música y poder compartirla con la gente que quiero y que admiro, empezando por mi familia”, dijo. “Y con grandes amigos de la música que a través de todos estos años he podido tener”.
Otros colaboradores son su “hermano mayor”, Fher Olvera, vocalista de Maná, quien participó con su armónica; el violinista Ara Malikian, y la guitarrista paraguaya Berta Rojas.
A pesar de que se trató de un proyecto costoso, que difícilmente le redituará ganancias, Vallín insiste en que fue un gusto que quiso darse, “pero creo que es la inversión más hermosa que he hecho en mi vida musicalmente hablando; es un disco con muchos colores y sabores”.
Para Vallín, quien adelantó que en unas semanas se reunirá con los otros miembros de Maná para comenzar con la grabación de un nuevo álbum, “Microsinfonías” es “un disco sincero, honesto, con mucha calidad”.
“Proviene de mi corazón, de mis venas, de mi ADN musical”, dijo. “Para mí ha sido un placer poderlo compartir con todos los que están ahí”.