Chuy Lizárraga revela el secreto que lo llevó a la fama

Chuy Lizárraga tiene muy buen sentido del humor y no se ofende cuando se le menciona que es evidente que su éxito como artista nunca estuvo basado en su apariencia física. Lizárraga es de baja estatura y tiene unos cuantos kilos de más.

Cuenta que cuando comenzó su carrera, veía cómo otros cantantes “bonitos y bien presentaditos” causaban furor en las mujeres con tan solo levantar la mano, o con solo hacer algún movimiento provocativo.

“Yo decía, ¿por qué cuando yo hago lo mismo no hacen eso?”, dijo Lizárraga en una entrevista desde su casa en Mazatlán, México. “¿Cómo puedo causar ese tipo de emoción con la gente? Pensé que si no podía causar esa emoción por medio de mi cuerpo ‘sensual’, lo tenía que causar de otra manera”.

Entonces a Lizárraga se le ocurrió usar su simpatía como herramienta. Y fue lo mejor que se le pudo haber ocurrido porque es un hombre que tiene la risa a flor de piel. Le ayuda además su tono de hablar sencillo, rancherón, sin filtros, por lo que tiene fama la gente de Sinaloa, el estado mexicano donde nació y creció.

“Fui probando y probando, y aquí estamos, y creo que somos buenos en lo que hacemos”, dijo. “La música y la forma de interactuar con la gente [fue lo que me ayudó]. Yo no voy a un baile a que me admiren, yo voy a que se la pasen bien”.

Actualmente, Lizárraga es uno de los intérpretes sinaloenses más exitosos de México. Su paso por La Original Banda El Limón y la Banda San José de Mesillas lo catapultaron a un estrellato que ni él imaginó cuando comenzó como cantante en pequeñas agrupaciones que sobrevivían de actuar en bodas, quinceañeros y bautizos, donde a veces ni siquiera les pagaban sus honorarios.

La vida ahora es muy distinta para este artista que en noviembre cumplió 44 años. Tiene uno de los espectáculos más concurridos en México y Estados Unidos, países donde sus giras recorren cientos de ciudades cada año. Tan solo para este mes tiene pactadas varias fechas en Chicago, Carolina del Norte y Carolina del Sur, donde, según él, ya hay luz verde para ofrecer shows.

Mientras tanto, promociona “No discutamos”, el primer sencillo de “Mariacheando desde el rancho”, un álbum que saldrá a la venta a mediados de este año. Con este tema de Juan Gabriel se estrena en el género ranchero, lo cual no quiere decir que sea la primera vez que Lizárraga se aventura a dejar de lado la banda sinaloense para hacer algo con la música vernácula originaria de Jalisco.

“Desde hace más de ocho años he cantado con mariachi en los palenques de muchas ciudades de México”, dijo. “Y alguien por ahí subió [a Youtube] un video de una canción mía que ya lleva más de once millones de vistas”.

Eso fue lo que lo animó tomar este nuevo rumbo con su carrera, que ya suma 25 años. El disco incluye covers de temas que ya grabó con banda así como canciones escritas por autores como Espinoza Paz y Érika Vidrio.

“Son puras canciones ‘de gusto’, fue algo que se hizo exprés”, dijo. “A mí me gusta hacerlo así, grabar las canciones que te gustan; es cuando queda ahí el sentimiento”.

Por ahora sigue disfrutando de la parte buena de la pandemia, porque se duerme temprano y ya tiene casi un año sin viajar, algo que hace más de dos décadas que no hacía.

“Estoy feliz porque estamos en un ambiente que casi no conocíamos”, dijo. “De lo malo, siempre hay algo bueno”.