Qué errores son los más graves que han cometido estos reconocidos inversionistas
No cabe duda que el aprendizaje tiene su precio, los grandes inversionistas, los considerados ganadores, también han tenido sus descalabros y seguramente aprendieron bien su lección
Una publicación de Money Wase nos recuerda que invertir no es un sprint, es un maratón. Atinadamente señala que el objetivo es ganar la mayor cantidad de dinero posible al finalizar la carrera, no a la mitad de la misma y que el consejo aplica para los nuevos inversores que para los que se la viven en Wall Street.
El sitio recuerda que hasta los gurús más respetables e infalibles, han cometido grandes errores en el manejo de sus inversiones.
Como ejemplo cita al mismo Warren Buffett, quien invirtió por primera vez en Berkshire Hathaway en 1962, cuando era una empresa textil en quiebra y de la que vio la oportunidad de beneficiarse del cierre de más fábricas.
Unos años más tarde, uno de sus gerentes le ofreció volver a comprar las acciones a un precio que Buffett consideró ridículo y ofensivo. Y le lastimó tanto el orgullo que compró más acciones y despidió al gerente, terminando como propietario mayoritario de un negocio en quiebra.
Buffett estima que esa reacción visceral le costó $200,000 millones de dólares durante los siguientes 45 años. Con esa lección aprendió no dejarse llevar por las emociones y a los que comienzan a invertir les recomienda solo hacerlo en empresas en las que crean y que se centren en hacer crecer su cartera con la mirada puesta en el largo plazo.
El caso de Suze Orman es muy singular, en 1997 compró acciones de Amazon (AMZN) simplemente porque le gustaba el nombre. Cuando la empresa comenzó a despegar las vendió y aunque obtuvo una buena ganancia en la operación, confiesa que se le revuelve el estómago de pensar cuánto valdrían esas acciones el día de hoy.
A la fecha la asesora financiera recomienda no deshacerse demasiado pronto de las inversiones.
De llamar la atención es el caso de Dave Ramsey, asesor financiero y conductor del programa “Take control of your money”, quien a la edad de 20 años ganaba dinero renovando casas, pero dependía de financiamiento para asegurar sus negocios.
En ese entonces debía $1 millón de dólares a su prestamista, que vendió el crédito a otra empresa, y le exigió que pagara su deuda en un plazo de 90 días. A los 28 años Ramsey debía $400,000 dólares y tuvo que declararse en quiebra.
Ramsey aún invierte en bienes raíces, pero no negocia con deudas, sugiere evitarlas y crear un fondo de emergencia, ahorrar para la jubilación y trabajar con un buen asesor financiero.
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