3 claves de los proyectos que aprobó la Cámara para dar ciudadanía a millones de inmigrantes
Las dos legislaciones, que forman parte de la reforma migratoria de Biden, contaron con el apoyo de representantes de ambos partidos
Millones de migrantes ven hoy más cerca al final del túnel de su condición de indocumentados tras la aprobación en la Cámara de Representantes de dos proyectos de ley que les abre paso a la ciudadanía y pueden romper un largo ciclo de decepciones y rechazos por parte de los legisladores.
La aprobación de los proyectos de Ley de Promesa y Sueño Estadounidense 2021 (H.R. 6) y de la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola (H.R. 1603) dan nuevamente esperanzas a los “soñadores”, a trabajadores agrícolas y a los amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y DED (Deffered Enforced Departure) o “Salida Obligatoria Diferida”.
No obstante, los dos proyectos enfrentan una cuesta arriba en el Senado, donde los demócratas y los republicanos tienen repartidos sus votos 50-50, y se necesitan al menos 60 votos para su aprobación si se desarrolla una votación normal.
1. Veinte años de espera de los dreamers
Esta no es la primera vez que los “soñadores”, como se conoce a los indocumentados que llegaron al país siendo niños, depositan sus esperanzas en los legisladores.
La primera versión de la Ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros (DREAM) se presentó en 2001.
Precisamente se achaca a este proyecto de ley el hecho de que se le llame a este grupo de indocumentados como dreamers (soñadores en inglés).
Durante los últimos 20 años, se han presentado en el Congreso al menos 11 versiones a favor de los “soñadores”, y aunque hay diferencias clave, todas habrían legalizado a los jóvenes que llegaron a este país cuando eran niños.
Algunas versiones han obtenido hasta 48 copatrocinadores en el Senado de los Estados Unidos y 152 en la Cámara de Representantes, según datos de American Immigration Council (AIC).
2. Los demócratas tumban el Dream Act
A pesar del apoyo bipartidista para cada versión del proyecto de ley, ninguno se ha convertido en ley.
El proyecto de 2010 estuvo más cerca de aprobarse por completo cuando fue aprobado por la Cámara, pero quedó a solo cinco votos de los 60 necesarios en el Senado.
Al menos cinco senadores demócratas, que supuestamente hacían parte del botín político de Barack Obama (2009-2017) votaron en contra.
El proyecto American Dream and Promise Act of 2021 es una versión renovada de una propuesta ya aprobada por la Casa de Representantes en junio 2019, pero que no fue considerada para su discusión en el Senado, de mayoría republicana en ese entonces.
3. Camino a la ciudadanía para trabajadores agrícolas
Desde hace 20 años miles de campesinos indocumentados que trabajan en Estados Unidos se han ido ilusionando con proyectos de ley de legalización conocidos como “AgJOBS”, que se presentaron en las dos Cámaras, pero ninguno tuvo éxito a pesar del fuerte apoyo bipartidista.
La administración de George W. Bush (2001-2009) propuso un nuevo programa de trabajadores invitados, llamado H-2A, mientras se preparaba para dejar el cargo.
El programa logró establecer muchos de los cambios buscados por los empleadores agrícolas en los proyectos AgJOBS, pero dejando fuera la legalización de los inmigrantes indocumentados que habían trabajado en los campos por décadas.
En los últimos años la senadora demócrata por California Dianne Feinstein (D-CA) presentó una y otra vez un proyecto para dar una legalización a los trabajadores agrícolas, sin lograr ningún consenso.
En 2019 la demócrata presentó el proyecto de Ley del Programa de Trabajadores Agrícolas de 2019, que buscaba introducir un nuevo estatus migratorio de “Tarjeta Azul” para los trabajadores agrícolas indocumentados.
Esta nueva “Tarjeta Azul” pretendía dar protección contra la deportación a los trabajadores agrícolas y un camino hacia el estatus de residente permanente legal dentro de tres a cinco años.
Según estimaciones del Migration Policy Institute (MPI), el proyecto de ley que abre la puerta a los “soñadores” y amparados por TPS y DED podría abrir una senda a la ciudadanía a cerca de 4.5 millones de indocumentados.
Mientras, la aprobación de la ley que favorece a los trabajadores agrícolas podría favorecer a 1,25 millones de indocumentados, la mitad de todos los campesinos de EE.UU.