Refugiados llegan a la frontera entre engaños y buscando salvar su vida
Pollero indica que las personas tratan de entrar al país antes de que llegue la reforma migratoria anunciada por Biden
Un guía de migrantes sin documentos dijo a La Opinión que a su parecer hay un incremento en intentos por cruzar sin permiso la frontera ante la posibilidad de que tenga éxito la reforma migratoria del presidente Joe Biden.
“Por eso ves que el familiar de Estados Unidos le dice al primo, al sobrino, ándale, yo te ayudo a que vengas y ya que tengas trabajo me lo pagas”, dijo el guía o traficante.
“Que el primo o la prima tenía que estar adentro (de Estados Unidos) antes del primero de enero para que arreglara papeles, no le hace; lo importante es que ya pase y luego ven cómo explican, que estuvo encerrado, a la mejor, y que por eso nadie supo que estaba ahí, ¿sí me entiendes?”
Se considera un guía de migrantes sin documentos experimentado y además consciente de la situación.
“Pues, si quieres, me puedes llamar Fermín pollero”, dijo el traficante de personas, “al fin que es cierto, es mi profesión, pero así no es como me llamo; eso no te lo puedo decir, porque lo públicas”.
Fermín calculó que desde que el presidente Biden asumió el poder el 20 de enero y hasta ahora las solicitudes de sus servicios aumentaron en un 60 por ciento.
La patrulla fronteriza informó esta semana que en marzo las detenciones de migrantes no autorizados fueron las más altas en dos décadas, pero Fermín considera que esa información no es real.
“Mira están cruzando miles de personas cada semana por cada pueblo de la frontera de Texas, pero qué pasa, que casi toda esa gente lo que quiere es pedir asilo en Estados Unidos, entonces la patrulla les dice que si piden asilo es ilegal y que por eso los atora, ¿me entiendes? Les está haciendo ilegal pedir asilo”, dijo.
Muy rara vez las personas que llegan a la frontera en busca de asilo piden los servicios de Fermín.
“Casi todos son gente pobre, que no tiene para pagar. Por lo que veo sí, en su mayoría familias de personas pobres, que las pandillas les quitan todo lo que tienen y todavía los amenazan, y ven como único chance de salvar el futuro de sus hijos venir a pedir asilo, después de todo lo que han pasado”, explicó.
Fermín dijo que los huracanes Iota y Eta –no recordó sus nombres—devastaron en diciembre a los países del triángulo del norte centroamericano y al sur de México, y dejaron empobrecida una amplia comunidad que escuchó que semanas después el presidente Biden propuso regularizar a millones de personas sin permiso para estar en el país.
“Oye, pues, qué vas a hacer”, reflexionó. “Si tienes todo casi destruido de un día para otro, tu casita, su trabajo, las escuela de tus niños, y te dicen ‘a los que han jalado pa’cá les va a ir bien’, no pues de tonto te quedas por allá, máxime si ya no tienes qué perder”.
Platicó sobre el Título 42, aunque sin reconocerlo por su nombre. Una medida que impuso la administración del ex presidente Donald Trump para deportar de manera inmediata a los migrantes, la mayoría de las veces por el mismo punto fronterizo por el que acaban de cruzar.
Esa medida fue impuesta con la excusa de la seguridad sanitaria durante la pandemia y el gobierno del presidente Biden la mantiene en vigor.
Dijo que es “un arma de doble filo”, porque “como pollero –o guía de migrantes—corro un poquito de menos riesgo, porque nomás te echan pa’cá de nuevo, pero a la gente no la escuchan que corre peligro estando en México. Regresan a hondureños, a los de Guatemala, salvadoreños a México, y sí hay que los secuestran y les hacen daños”.
Por el Título 42 y la pandemia habían bajado las solicitudes de guía de Fermín, incluso trabajó un tiempo en mecánica automotriz y en pintura de interiores y exteriores de inmuebles. “Ahora las cosas comienzan a cambiar otra vez”, dijo.
Piensa en irse a la frontera de Texas, donde ha trabajado, pero dijo que en la de California tiene más posibilidades de ganar algo de dinero. “Muchos (migrantes) quieren llegar a Los Ángeles y a otras partes de California, pero más a Los Ángeles, porque ahí tienen su familia”.
Mientras que en redes sociales abundan ofertas de cruzar personas por entre $8,000 y $9,000 dólares de Tijuana o Mexicali a Los Ángeles, Fermín dice que reconoce las difíciles situaciones por las que han pasado los migrantes en la pandemia y les hace descuento, “les pido $7,500 o menos, dependiendo cómo anden”, en qué condiciones se encuentren los migrantes.
Pero prefiere pasar a pocas personas cada vez. “Para mí dos es suficiente”, dijo, es mayor garantía para cruzar y desplazarse.
Agregó que los traficantes que llevaban a 25 personas en un vehículo que sufrió un accidente en el pasado en el Valle Imperial, en el que 13 personas murieron y 12 resultaron heridas, “no son más que unos hijos de su #$%%^& &$#@@% irresponsables y ambiciosos”.
Fermín piensa que cortar los pilares de acero por debajo no es un gran trabajo, “se usan cuerdas de piano, o de pérdida de guitarra, o por arriba con escalera de mecate con garfios”, ni pasar a las personas en vehículo es extraordinario, pero le resulta increíble “tanta ambición, porque pareciera que son adictos a las drogas que quieren mucho dinero”.
Un par de migrantes en la Central de Autobuses de Tijuana, ambos mexicanos, opinaron sobre los servicios de Fermín. Un poco desconfiado, uno dijo que le parecía muy caro el precio, aunque si era una guía garantizada, sabía que al conseguir empleo en Los Ángeles, podría reponer el dinero a sus familiares en unos meses.
El otro comentó que si acaso necesitara los servicios de un traficante o pollero, “mi familia podría contactar al mismo que les ha ayudado antes, a alguien que de Tijuana que ya conocen”.