Autoridades recibieron advertencias sobre hispana antes de que presuntamente matara a sus 3 hijos
El padre de los niños (de 3 años, 2 años y 6 meses) había relatado ante juez que Liliana Carrillo estaba "extremadamente paranoica" y que temía "por el bienestar físico y mental" de los menores
El padre de las dos niñas y el niño (de tres años, dos años y seis meses) que murieron el pasado sábado en Reseda, Los Ángeles, había advertido en varias ocasiones a las autoridades sobre posibles problemas de salud mental de Liliana Carrillo, mamá de los menores y sospechosa de haberlos matado.
Erik Denton, padre de las víctimas, relató en documentos oficiales que Carrillo, de 30 años, estaba “extremadamente paranoica” y no inspiraba confianza. Según esta misma fuente, que cita Los Angeles Times, hacía afirmaciones muy extrañas como que ella era “la única responsable” de la pandemia de COVID-19 y que su ciudad, Porterville, estaba asolada por una red de pedófilos.
“Temo por el bienestar físico y mental de mis hijos“, dijo Denton a un juez del condado de Tulare el mes pasado, antes de que le dieran la custodia.
Las advertencias llegaron también a las autoridades del condado de Los Ángeles. Tanto el padre de los niños como sus familiares alertaron también a la agencia de bienestar infantil y al Departamento de Policía de Los Ángeles, tal y como confirman registros judiciales. Estas personas habrían considerado a Carrillo un peligro para los niños.
El Departamento de Infancia y Servicios familiares del condado angelino había recibido al menos dos informes que involucraban a la familia. Sin embargo, la investigación del Times apunta que los trabajadores sociales optaron por que los niños se quedaran con su madre, a pesar de las alegaciones de la familia paterna y de la orden judicial del juez del condado de Tulare.
La abuela de Joanna, Terry y Sierra, encontró a los tres niños en su apartamento de Reseda el pasado sábado. Dos de ellos mostraban signos de ahogamiento y los tres tenían heridas que indicaban que habían sido apaleados, aunque aún no se ha hecho pública la causa de la muerte.
Carrillo fue arrestada el mismo sábado en el condado de Tulare después de provocar una persecución policial con un auto que presuntamente había robado en Bakersfield.